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Los ocho artífices que han puesto en marcha Mala Fama Estudios - ISABEL PERMUY/Vídeo: ELENA VILLEGAS
DE PUERTAS ADENTRO

Cría Mala Fama y ponte a trabajar

Mala Fama, en el barrio de Oporto, es mucho más que los estudios de Carlos Aires (su promotor), Ruth Quirce, Marta Corsini, Rafael Díaz, Hugo Alonso, Alejandro Botubol y Jorge García. Es un espacio de experimentación y promoción del arte en Madrid que viene a recolocar las reglas del juego dentro del sistema

MADRID Actualizado: Guardar
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Carlos Aires está cansado. Han sido muchos meses de gestación y puesta en marcha de una idea («He afrontado todo esto desde cero y en solitario. Ha sido mucho más que una reforma. Una obra supera con creces todo lo que te digan que se te va a complicar», explica). Pero está feliz. Al final, su proyecto colectivo en el barrio madrileño de Oporto acaba de ver la luz, y el «feedback» está siendo muy positivo. Baste con tener en cuenta el éxito de la fiesta de apertura que tuvo lugar hace un par de semanas, la cual excedió todas las previsiones que se hubieran planteado hasta ese momento, en el que incluso llegaron a temblar las piernas ante un posible fracaso.

Aires está cansado, y por eso tuvo que huir este verano a una residencia de artistas en Estados Unidos, en medio del campo; poner tierra de por medio para distanciarse de la criatura que acaba de parir y que ahora echa a andar de la mano de sus nuevos compañeros de estudio: Ruth Quirce y Marta Corsini, las chicas; Alejandro Botubol y Rafael Díaz, los primeros que conocieron el proyecto del andaluz, puesto que ya compartían taller con él; Jorge García y Hugo Alonso, los que se unieron después a esta fantástica locura; Oskar Ranz, el artista invitado... Pero más cansado estaba de tener que escuchar la eterna letanía en la que vive el artista español, «esa retroalimentación en la que nos movemos –explica–, agotadora y continua, no sé si por ese “pathos” barroco tan español, de estar todo el rato quejándonos de lo mal que estamos, pero que solucionamos pidiendo otro “gin-tonic”».

Segunda vida para una vieja imprenta

Por eso nació Mala Fama Estudios, en el barrio madrileño de Oporto y en lo que antes fue una imprenta: «Lo que hemos intentado hacer es algo, más que desde la palabra, desde el gesto. Desde el comienzo tuve claro que quería montar un proyecto en grupo, con gente afín, pero capaz de autogestionarse. Un conjunto de talleres individuales que quedaran recogidos en un espacio común y que no se limitasen a ser un ámbito de trabajo». Aires reconoce que conoció el modelo en Bélgica (de donde volvió hace seis años), «un formato que me pareció una receta maravillosa, y que de alguna manera existía en Madrid, pero al que había que dar una vuelta. Lo importante era salir del estado de precariedad constante en el que parece que tiene que vivir el artista español. O, al menos, intentarlo».

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