Con Zapata a la batuta la música clásica llega al gran público con mucho humor. Durante la representación es él quien tose y a uno de sus músicos le suena el móvil. De tenor en los grandes templos de la ópera a romper los esquemas y contagiar su locura por la música. Showman lírico y pedagogo. Si a estas alturas no han saltado por los aires los clichés, Zapata seguirá intentándolo para que la música nos cambie la vida.-Redacción-
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