Sucesos | Cádiz

San Fernando, epicentro de las bandas dedicadas a las estafas por internet

En meses la Unidad de Delitos Tecnológicos de esta comisaría ha detenido a medio centenar de 'ciberladrones' que acumulan denuncias por toda España

Al frente de estos grupos se encuentran jóvenes como 'El canario', un 'nini' que alardeaba de los miles de euros que ganaba

Imagen de la entrada y registro en una de las operaciones policlales realizada en San Fernando en los últimos meses con varios detenidos. La Voz

M. Almagro

La mayoría de ellos fracasaron hace ya tiempo en los estudios. Porque no les daba su capacidad o, sencillamente, porque no les han interesado . No tenían ningún propósito de labrarse un futuro profesional. Ni ganas. Ni voluntad. Tampoco de doblar la espalda. Casi ... todos superan por poco los veinte años y han decidido que la mejor manera de ganarse la vida es engañando a otros. Pensaron que era el camino más rápido y fácil para tener todo aquello que les gusta:la última videoconsola, el móvil, la ropa de marca, las fiestas, los desfases...

Al parecer lo aprendieron de un tal Abel. Un ‘nini’ de San Fernando que amasó cientos de miles de euros a costa de estafar. Este joven que ya fue detenido y ha pasado por prisión ponía a la venta en internet artículos de todo tipo en Wallapop, Mil Anuncios... y esperaba que alguien picara. Se ganaba bien la confianza de su víctima, le enviaban el dinero -el total o una señal- y así iba engordando su cartera escondido bajo el anonimato que le daba la Red.

Abel cayó en 2019 en la ‘operación Ruder’, junto a todas esas personas, ‘muleros’, que ‘trabajaban’ con él. Estos eran los que abrían las cuentas bancarias o sacaban el dinero que les enviaban bajo código de los cajeros o hacían todo aquello que les mandara a cambio de un porcentaje. En su camino dejaron 800 víctimas de toda España , aunque siempre se dijo que pudieron ser muchas más que no llegaron a denunciar. Gente que buscaba un regalo o un artículo por internet y que tuvieron la mala suerte de cruzarse con ellos. De ser engañados.

Pues bien, Abel creó escuela. Los agentes de la Unidad de Delitos Tecnológicos de la Brigada Judicial de la Policía Nacional de San Fernando lo saben bien. No paran desde entonces de perseguir y detener a chicos como Abel. Jóvenes sin oficio que tras un monitor suben anuncios de productos que no tienen ni esperan. Una vez que alguien se interesa se ganan la confianza de esa persona con DNI de otros (incluso de víctimas anteriores) y con fotos falsas que descargan de donde sea y pescan miles de euros. Sin hacer nada. Solo mentir.

Pero la Policía les sigue de cerca . Los agentes de esta unidad trabajan a destajo para ponerles nombre y rostro. Y lo logran. En lo que va de año han detenido ya a medio centenar de estos delincuentes que se dedican a estafar por internet de esta manera. Los llevan al juzgado acusados de ser miembros de bandas criminales y, en más de una ocasión, están acabando en prisión.

Y ocurre en muchas localidades pero en San Fernando la actividad de estos ‘cibercacos’ es altísima. Tanto que han convertido a esta localidad en epicentro de este tipo de estafa en toda España. «No hay día que no nos llegue una denuncia», cuenta el inspector que está al frente de la Unidad. «Podemos estar investigando a unos y ya nos llegan nuevos casos. No paramos».

Y su empeño ha ido teniendo resultados . Por ejemplo el pasado mayo desarticulaban otra de estas redes. Entonces detuvieron a quince personas acusadas de los delitos de estafa continuada, blanqueo de capitales, falsedad documental y pertenencia a organización criminal. Sus miembros volvían a utilizar el modus operandi habitual: poner en venta a precios muy competitivos en distintas web conocidas móviles, consolas y perros que en verdad no existían. Se hacían pasar por otras personas llegando a mostrar sus DNI que habían obtenido de anteriores fraudes o por otros métodos ilícitos.

En esta ocasión les llamó especialmente la atención que el grupo era capaz de utilizar a menores para que amedrentaran y amenazaran a todo el que se atreviera denunciarles. Para hacerse una idea, al cabecilla de esta banda, otro ‘nini’ de unos 20 años, le llegaron a detectar movimientos bancarios de más de 300.000 euros, sin embargo no tenía trabajo. Y en uno de los registros encontraron 20.000 en efectivo. Este joven llegó a alardear de que tenía más dinero que el que los agentes habían encontrado.

El último ‘boom’ en estos engaños son los cachorros de perros que ofertan a precios muy inferiores

Y el último al que han detenido y perseguido y ahora también paga con la prisión es ‘El Canario’, mismo perfil. Un albañil en paro que vivía con todo tipo de lujos porque supuestamente tenía una empresa de construcción. Pero la Policía comprobó que dicha empresa no había registrado ninguna actividad en los últimos años. El Canario llegó incluso a dar una entrevista en televisión presumiendo de que en un mes era capaz de gastarse 20.000 euros porque era «el mejor» en su ‘negocio’. Atrás dejaba a más de un centenar de víctimas que, de nuevo, podrían ser muchas más.

Los agentes de la Unidad de Delitos Tecnológicos de San Fernando viven esta situación con preocupación . «Cada vez hay más chicos dedicándose a esto y cada vez son más jóvenes, de 16 ó 17 años que empiezan con las estafas del tirón», alertan. Porque hay dos perfiles. Delincuentes habituales que han pasado del tirón o de los pequeños hurtos a delinquir de esta forma, o bien, los que ya sin apenas la mayoría de edad se inician copiando los patrones de los que los han antecedido. Sin embargo la Policía advierte. «No es ningún juego, es un delito, y quien la hace la termina pagando.Ellos y sus familias a los que también involucran. Llegan incluso a robarles los números de cuenta a sus padres y al final también los hacen responsables».

Entre los anuncios estrella que les sirven de señuelo: los perros. Aunque esto ha ido cambiando según las modas. La ley de la oferta y la demanda también prima en el ciberdelito. Por ejemplo ofrecen estos cachorros (incluso aportando cartillas de vacunación falsas) a un precio mucho menor que el de los criaderos. Bichones malteses, caniches, o pomeranias. Llegan a ponerse como fotos de perfil a los animales. Todo con tal de que la víctima les crea para que cuando les crea, que sean ellos los que engañen. Una mentira que tiene siempre su final y su precio cuando la Policía Nacional, que los vigila de cerca, llama a su puerta.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Ver comentarios