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La isleña Raquel Bernal y su marido en Londres. - D.Troncoso

Raquel Bernal: «La calidad de vida en España es mayor en todos los sentidos»

La isleña Raquel Bernal llegó al condado de Kent en 2009; ocho años después es profesora de español en un colegio, ha formado una familia y no se plantea regresar

M. Landeta
CádizActualizado:

Hace poco más de 48 horas que Raquel se despedía de su familia en San Fernando. Tras unos días en la casa familiar, con los suyos, tocaba recoger las maletas y poner rumbo a Inglaterra. Aunque viene unas tres veces al año a Cádiz –«en Semana Santa, verano y Navidad»– siempre es duro el momento de decir adiós.

Raquel llegó a Kent, un condado situado al sureste de Londres a unos 45 minutos de la City, hace ocho años. Reconoce que el camino hasta su actual puesto de profesora no ha sido sencillo porque pese a tener una licenciatura en Filología Inglesa y el Certificado de Aptitud Pedagógica (CAP) tuvo que empezar a dar clases en «un pueblo perdido» al norte de Inglaterra donde estuvo durante dos años de asistente de conversación para posteriormente asentarse en Kent que «es donde realmente quería estar».

Trabajar en el extranjero no es ninguna bicoca. «La presión sobre los docentes es mucho mayor que en España. Nos encargamos de mucho papeleo, hay que asumir más responsabilidades y tenemos más tardes con tutorías y reuniones con los padres», explica. Raquel ha tenido que enfrentarse a jornadas de trabajo maratonianas que se prolongaban en casa hasta las once o doce de la noche y, por ello, ha tenido que solicitar una reducción de las horas de trabajo. «La exigencia es superior a la de España y sin embargo los sueldos no son tan elevados ni hay tantas facilidades. Conseguir un día para desplazarme hasta España para celebrar mi boda me costó rellenar mil solicitudes y que me descontaran parte del sueldo», apunta.

«La calidad de vida es mayor en España en todos los sentidos», sentencia Raquel que puede confrontar los gastos del día a día en los dos países sin dificultad. Su hermana es profesora de inglés en España y si comparan sus nóminas la diferencia entre salarios se esfuma porque el coste de la vida es más alto en Gran Bretaña, donde se paga más por el transporte público, la vivienda, el dentista o la peluquería: «Teñirte el pelo puede suponer una media de 150 libras».

Respecto al Brexit, la isleña reconoce que tener un trabajo permanente es una garantía y no cree que la vayan a deportar, sin embargo admite que el resultado del referéndum ha sido una bofetada: «Me da rabia que no se me trate igual que al resto de la población británica», exclama. La inmigración ha sido precisamente el argumento que ha focalizado la campaña para la salida británica de Europa. La población veía con inquietud el aumento de la inmigración (sólo el año pasado llegaron al Reino Unido más de 300.000 inmigrantes) y ser miembro de la Unión Europea significaba aceptar la libre circulación de personas. El Gobierno se ha comprometido a bajar la cifra hasta 100.000.

Según datos del Ministerio de Empleo, la tendencia migratoria tiende a remitir y los que están fuera, a regresar. Sin embargo, Raquel reconoce que no se plantea abandonar Reino Unido. «Aunque tienen un carácter más frío son educados y respetuosos con los mayores, tienen una gran conciencia medioambiental y demuestran un amor inmenso por los animales», concluye.