Los hoteles viven un mes de julio para enmarcar

La costa gaditana ha vivido un mes de julio de los de antes de la crisis. Los hoteles han alcanzado una ocupación del 89,51% en conjunto y el lleno completo en las zonas con mayor tirón como son Conil (97,41%), Chiclana (93,60%) y Rota (93,22%). Todos han visto crecer las reservas, según el balance que ha dado hoy a conocer la patronal Horeca, que registra un incremento de cuatro puntos y medio con respecto al mismo periodo de 2015. Este buen dato ha venido acompañado de un cambio de tendencia: la reserva con más antelación que se empieza a recuperar tras varios veranos sin planificación.

La mejoría económica y la recuperación del consumo interno ha venido acompañada por el buen tiempo del que ha disfrutado la costa gaditana durante todo el mes.

Ni siquiera el viento de levante que irrumpió justo a mitad de julio ha alterado las cifras que son para enmarcar. Prácticamente todos los municipios turísticos han visto crecer la ocupación en sus establecimientos hoteleros, especialmente Sanlúcar, que ha pasado del 72,49% de 2015 al 88,17%. También es destacable el aumento de Jerez, que pasa del 61,6% al 80,4%, siendo el receptor de aquellos turistas de última hora que no han encontrado hueco en los alojamientos de la Costa Noroeste.

La reapertura del Hotel Duques de Medinaceli de El Puerto no sólo ha sido un revulsivo para la oferta de la ciudad, sino que ha permitido mejorar las cifras, que vuelven a superar el 80% de ocupación tras varios veranos de capa caída. También la capital gaditana vive un magnífico verano, con una ocupación que pasa de nuevo del 90%, situándose al mismo nivel que los destinos de mayor demanda de la provincia.

Por el contrario, Tarifa ha visto descender la demanda con un 82% de las plazas cubiertas. La proliferación de apartamentos y habitaciones para alquiler ha supuesto una dura competencia que empieza a hacer mella en el negocio de los hoteles tradicionales. Zahara también se estanca y repite las cifras del año pasado: 90,5%.

Ya de cara a esta primera quincena de agosto, la patronal ha preferido ser cauta y plantea unas cifras sensiblemente inferiores a las de la año pasado. Lo deja en el 91,65% -calculado en base a las reservas que ya tienen los establecimientos-, pero con la esperanza de que la ocupación terminar superando esa primera previsión. Igualmente, tiende a bajar la segunda quincena, donde se espera una ocupación del 88,32 por ciento, frente al 92,64 por ciento registrado en esa quincena de 2015. Incluso tira por abajo para septiembre, situando la demanda en el 80,73%, frente al 84,9% de 2015.