Respaldo unánime de los partidos a la 'hoja de ruta' del presidente

Once de once. José Luis Rodríguez Zapatero comprobó en la ronda de reuniones con los representantes de los grupos parlamentarios que cuenta con un respaldo sin fisuras para iniciar un proceso de paz una vez que se verifique la sinceridad del alto el fuego de ETA. El presidente del Gobierno, en aras de preservar este consenso, evitó entrar en polémicas con el PP, formación crítica con su gestión, y ordenó a sus colaboradores que hagan lo propio.

Desde el 28 de marzo, día en que se reunió con Mariano Rajoy, hasta ayer, en que se entrevistó con la portavoz de Nafarroa Bai, Uxue Barkos, el jefe del Ejecutivo ha cosechado apoyos sin excepción a su 'hoja de ruta' para gestionar el alto el fuego. Son, salvo el del PP, respaldos incondicionales. El líder opositor se puso al lado del Gobierno para la verificación del cese de actividades de la organización terrorista, pero adelantó que no secundará cambios de los estatus jurídicos del País Vasco y Navarra ni admitirá ejercicios del derecho de autodeterminación. Zapatero dio a su interlocutor garantías de que no contempla ninguno de los dos supuestos.

El presidente considera crucial la unidad de los partidos porque la paz, según dijo el secretario de Comunicación, Fernando Moraleda, «tiene que ser de todos, sin nombres ni apellidos». Zapatero sabe que en etapas ulteriores habrá que adoptar medidas legales y penitenciarias difíciles y complejas para las que será indispensable el consenso con el PP con el fin de que sean aceptadas por la sociedad.