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CÁDIZ

Los últimos mensajes del alcalde sobre la banca ahuyentan los préstamos

Las declaraciones del regidor José María González sobre la «usura» de los tipos de interés y la «ilegitimidad» de la deuda generan rechazo en las entidades

JAVIER RODRÍGUEZ
CÁDIZActualizado:

Los bancos mantienen sus reticencias a prestar dinero al Ayuntamiento de Cádiz a pesar de que el concejal responsable, David Navarro, anunció a primeros de noviembre que habría buenas noticias al respecto más pronto que tarde. De momento, las entidades de crédito rechazan la posibilidad de financiar al Consistorio gaditano ante las dudas que arroja la gestión del nuevo equipo de Gobierno local. LA VOZ informó a primeros de mes de que una veintena de entidades de crédito había desestimado la solicitud planteada por el Ayuntamiento para firmar una operación de crédito a gran escala y lograr así liquidez en su tesorería. El propio equipo de Gobierno negó a través de un comunicado la información adelantada por este periódico y aclaró que las presiones externas no eran la mejor aliada para llevar a buen puerto este tipo de negociaciones. El tiempo apremia y, de momento, la situación financiera del Consistorio gaditano es de colapso total a solo un mes de acabar el año. El concejal de Hacienda no es capaz de ganarse la confianza de la banca para inyectar dinero a las arcas municipales. Los mensajes de quiebra lanzados el pasado agosto por el alcalde, José María González, y la reciente propuesta de condonar una parte de la deuda por «ilegítima» han terminado por espantar a las entidades de crédito y cerrar la puerta a las pretensiones del Gobierno local de conseguir financiación. Este periódico ha podido saber que el ayuntamiento solo ha logrado reunir unos cuatro millones de euros en pólizas de tesorería para hacer frente a los pagos más inmediatos, es decir, dinero que presta el banco a cuenta de alguno de los ingresos previstos para antes de final de año.

¿Cómo se ha llegado a esta situación de asfixia? La difícil situación económica del Consistorio gaditano no es nueva ni tampoco extraña. La deuda a largo plazo del Ayuntamiento de Cádiz ascendía en 2011 a algo más de 110 millones de euros y en 2014 alcanzó lo 213 millones de euros. El anterior equipo de Gobierno liderado por Teófila Martínez negoció con los bancos la refinanciación de esa deuda alargando en el tiempo su pago. De esta forma, pudo afrontar con mayor holgura la gestión diaria. No hay que olvidar que el entonces Gobierno municipal suscribió con el Ministerio de Hacienda unas condiciones especiales de saneamiento que limitaban el gasto y impedían embarcarse en nuevos créditos. El PP se vio obligado a tomar esta determinación ante la imposibilidad de aumentar los ingresos propios, es decir, las limitaciones que tiene Cádiz para crecer abortan, por ejemplo, cualquier opción para recaudar más impuestos por obras y plusvalías. El municipio en cierto modo depende básicamente de lo que entra en caja a través del IBI, las tasas, el impuesto de Circulación y las transferencias del Estado y la Junta. El año 2015 arrancó con una deuda municipal de 275 millones de euros. Nadie ha ocultado este registro. El Ministerio de Hacienda ha publicado periódicamente el estado económico del consistorio gaditano.

Mensajes contradictorios

Los problemas surgen cuando el nuevo equipo de Gobierno local, de Podemos, toma las riendas del Consistorio en junio de este año gracias al apoyo de investidura ofrecido por el PSOE y anuncia que la situación de las arcas municipales es de quiebra técnica. Desde entonces, los mensajes del nuevo alcalde han sido contradictorios. Por un lado anuncia la bancarrota y arremete contra la banca a cuenta de los desahucios y, por otro, trata de negociar a contrarreloj con ellos varios créditos por importe de 43 millones de euros que le permitan reactivar la hacienda local.

Varios expertos consultados por este periódico han destacado que la relación entre la banca y la Administración debe ser mutua y, precisamente aquí, es donde ha fallado el nuevo equipo de Gobierno. No genera confianza. Esta situación lleva a incrementar la prima de riesgo del Ayuntamiento a la hora de entablar cualquier tipo de negociación. A más solvencia menos tipo de interés, sin embargo, cuando la solvencia está por los suelos el tipo de interés se dispara.

El último episodio vivido sobre la solicitud del Ayuntamiento de forzar a una quita de la deuda por considerarla «ilegítima» y declarar los intereses como «usura» han echado más leña al fuego ahuyentando las posibilidades de firma un crédito por pequeño que sea. El alcalde quiere que se condonen, al menos, 14 millones de euros, ya que esta cantidad es la que obedece el pago de una parte de los intereses, a los que ha tachado de abusivos.

Ante esta situación, el Consistorio depende en cierto modo del Ministerio de Hacienda. El ministro Montoro envió una carta el pasado 8 de agosto a los consistorios más morosos con su proveedores para que facilitaran el pago de las facturas, de lo contrario desviaría el dinero que cada mes reciben proveniente de la Participación de los Ingresos el Estado (PIE) a liquidar esos pagos. El consistorio recibe unos 5 millones de euros mensuales por este concepto. La deuda que mantiene con proveedores es de 60 millones de euros y tarda en pagar las facturas una media de 146 días.

La asfixia económica que padece el Consistorio gaditano es insostenible y según fuentes consultadas por este periódico, el Ayuntamiento tendrá que diseñar una operación de venta de patrimonio para obtener liquidez si a la banca mantiene sus reticencias a conceder préstamos para sanear la tesorería.