Cádiz

El PSOE discute cómo traer el ‘efecto Felipe González’ a su batalla provincial

El triunfante sector de Ruiz Boix trata de convencer Irene García para que no aspire a la reelección y el alcalde de San Roque lidere el partido sin más ruido

Ruiz Boix vota durante el proceso interno para elegir delegados al Federal. EP

P. L. G.

El Congreso Federal del PSOE, celebrado en Valencia hace apenas 15 días, dejó una imagen que, aunque diseñada y preconcebida al milímetro, marcó un recuerdo que sólo alcanzan los gestos espontáneos: el abrazo entre Felipe González y Pedro Sánchez .

La escena, en la era del imperio audiovisual, resume toneladas de discursos, horas de radio y miles de tuits. Simboliza nada menos que el final –por ahora temporal y quizás definitivo– de dos enfermedades. Una gravísima y aterradora, mundial: el Covid. La otra –en comparación, anecdótica y ridícula– de una minúscula parte de la sociedad española: el cainismo y la bipolaridad del otrora poderoso Partido Socialista .

A un lado, Felipe González, con su álbum en sepia del milagro del 82 y el salto al progreso de España, la entrada en la Unión Europea, también de los GAL o la metástasis de la corrupción, crítico hasta la sangre con las veleidades del ‘sanchismo’, con su alianza parlamentaria, y gubernamental con Podemos, con Bildu, Esquerra o los conservadores del PNV.

En el otro lado del abrazo, Pedro Sánchez. También contradictorio («no podría dormir», dijo y duerme). El autor de una revuelta interna que fracturó el partido como nunca antes para recuperar y lograr la Secretaría General frente a Susana Díaz y sus abstencionistas comprensivos con Rajoy.

Dos formas de entender el PSOE que se fundían en una paz, o tregua, que pone fin a una década de congresos con varios candidatos , con intrigas, vencedores, derrotados, beneficiados y defenestrados, hasta con finados reales o políticos: Chacón, Bono, Pérez Rubalcaba, Almunia...

Esa ‘pax’ más o menos prefabricada, más o menos ligada a los intereses –poder– compartidos por todos los socialistas mayores o jóvenes, compromete. Si la cúpula nacional ha sido capaz de limpiar los cuchillos y lavar la sangre, de ahí hacia abajo (direcciones regionales, provinciales, locales...) se ven forzadas a reproducir la imagen . Qué menos. Cada territorio, y cada momento, es un planeta distinto en política. En la provincia de Cádiz, clonar el espíritu de la foto, del abrazo, tiene dificultades añadidas. No es la única zona de España en la que hay discrepancias, corrientes, versiones y visiones, ajustes de cuentas pendientes. Sin dramatizar. Pero quizás sí ha sido la más ruidosa en Andalucía . A la líder provincial durante ocho años, Irene García, le sale un oponente íntimo, interno: un miembro de su Gobierno en la Diputación y en la dirección provincial del partido. Juan Carlos Ruiz Boix.

Promueve y lidera, o sólo lidera, una lista alternativa de delegados a ese Congreso Federal (el de la foto, el de Valencia). Irene García primero desprecia («no sé quienes son») esa alternativa. Luego, pierde contra ella. Ese pequeño, interno, proceso electoral le da la victoria Ruiz Boix y crea un precedente .

El partido, en la provincia, parece estar por el relevo , por el alcalde de San Roque, cansado de la presidenta de Diputación, Irene García. Eso se puede colegir del recuento. El resultado se lee como un precedente del Congreso Provincial que se celebrará a seis días de la Navidad.Parece anunciar que Ruiz Boix ganará a García y habrá relevo.

En los días posteriores, recaída en el error del canibalismo socialista. Las dos listas se acusan mutuamente, en público, en columnas de opinión, en declaraciones grabadas, en reuniones, de hinchar el censo de militantes para tratar de adulterar esos procesos internos . También de perseguir intereses personales, cargos y nóminas en instituciones, para sí, para los suyos. Para pasmo del espectador neutral –tampoco son muchos los ciudadanos que siguen estas cuitas– ninguna de las partes se molesta en negar las acusaciones. Simplemente grita que «los otros también lo hacen». Desolador.

Apaciguada la situación por el Congreso Federal de Valencia, por la foto y la literatura que provocó, llega el momento de trasladar ese espíritu del abrazo a Cádiz . Veteranos dirigentes o exdirigentes (de González Cabaña a Jiménez Barrios) y hasta más jóvenes como Fran González han insistido en público, con mejor o peor tono, en pedir a Irene García que deje paso, que admita la (presunta) evidencia de que Ruiz Boix tendrá más apoyos en el Congreso Provincial de diciembre.

No inicies batallas para perderlas

Numerosos encuentros internos han tratado de convencerla de que no se presente para evitar el ruido y aplicar el ejemplo de Valencia: un sólo aspirante, apoyo general, fotos amables, un paso al lado... En distintos encuentros, ella ha ofrecido la posibilidad de apartarse. En otros, se muestra dispuesta a dar batalla y achaca malas artes a la candidatura alternativa. En las próximas semanas –quizás, horas– podría hacer pública la decisión que el pasado viernes aún se guardaba: si se presenta a la reelección contra Ruiz Boix o acepta que su tiempo ha pasado, que está marcada por haber sido ‘susanista’ antes de ser ‘neosanchista’, que ya vale.

Los que promovieron la lista alternativa de Ruiz Boix, crecidos, siguen a lo suyo . Esta semana han dado forma de petición pública a una obviedad: que quieren que el alcalde de San Roque presente su candidatura para la Secretaría General del PSOE provincial en noviembre. En un comunicado carente de sorpresa dicen considerar al nuevo aspirante y diputado provincial «el mejor candidato» para asumir la Secretaría General, recordando –como si alguien lo hubiera olvidado– que le ganó el pasado 26 de septiembre una votación interna a la actual secretaria general, Irene García.

Estos ‘sanchistas auténticos’, los que se alinearon con el presidente del Gobierno frente a Susana Díaz –algo que no puede decir Irene – hablan de Ruiz Boix como «el mejor candidato para abrir una nueva etapa en el PSOE de Cádiz con un nuevo proyecto político en el que tengan cabida todas sensibilidades del partido», y no como ahora, según aparece en elipsis.

Un aspirante está confirmado, cantado. La otra está pendiente de asegurar o denegar comparecencia. De ella depende que haya debate y combate o abrazo.

El nombre del nuevo líder provincial, en un mes

La cita fijada el 19 de diciembre para el Congreso Provincial del PSOE servirá para proclamar al nuevo secretario, o secretaria , general pero su nombre no se decidirá en ese encuentro. Se sabrá antes. En el más tardío de los casos, se conocerá un mes antes, en el último tercio de noviembre. En el más tempranero de los supuestos –que sólo se presente Ruiz Boix, por ejemplo– podría saberse incluso antes, en el momento en el que Irene García confirme o desestime su intención de presentarse a la reelección.

En cualquier caso, ese calendario comienza este martes con la reunión de la Ejecutiva Provincial que debe sancionar esta programación y, de paso, decir cuándo se cierran los censos de militantes con derecho a voto que tanta polémica y reproche han provocado.

A partir de ahí, está previsto que una primera votación, a modo de primarias, entre los candidatos se celebre el domingo 21 de noviembre . Si hubiera más de un candidato y ninguno superase el 50% de votos de los inscritos, se celebraría una segunda vuelta al domingo siguiente, el último de noviembre. Ese sería el día en el que, a más tardar, se conocería el nombre del nuevo líder provincial.

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