Vuelta al cole en Cádiz

«El colegio es seguro pero no podemos garantizar que los alumnos no se vayan a contagiar»

Padres y profesores inician el curso 2020-2021 en una difícil disyuntiva entre el miedo al coronavirus y la ilusión por volver a clase

Miguel Ángel Guillén, director del colegio Profesor Juan Carlos Aragón, toma la temperatura a los alumnos. N. Frade

Nuria Agrafojo

La apertura de los colegios este 10 de septiembre será histórica. Ha llegado la hora de volver a clase y afrontar desde allí este virus tan desconocido. El coronavirus cortó de raíz el aprendizaje de los alumnos gaditanos el pasado mes de marzo y ahora, seis meses después, éstos han vuelto a ocupar sus pupitres en un realidad escolar completamente distinta a la que dejaron.

Pese a todo, la ilusión ha vuelto a ganar al miedo. Es lo que se palpa a primera hora en la puerta de acceso al Colegio Público Profesor Juan Carlos Aragón de Cádiz . Padres que miran a sus hijos pasar los controles sanitarios con incertidumbre y reencuentros tan esperados como distantes. «Es lo que toca», le comenta una madre a su hija cuando ésta la mira buscando su consentimiento para poder saludar a su mejor amiga. «El codito», contesta. Y codo a codo van saludándose y formando una fila unos alumnos que pasarán a la historia como los primeros estudiantes confinados de la historia de la educación en España.

Y así, codo con codo, pone en marcha su maquinaria el equipo liderado por Miguel Ángel, Juanma y Vanesa, de este colegio de la Barriada de La Paz que parece otro. Un equipo perfectamente coordinado para garantizar un proceso de enseñanza que estará marcado por la salud. El propio director pasa el termómetro por la frente de los alumnos y les explica los circuitos que aparecen dibujados en el suelo. Hoy todos han pasado el control.

Paredes recién pintadas, suelos brillantes, nuevas mosquiteras de elaboración casera, dispensadores de geles por todo el colegio, alfombras de limpieza de pies y casi dos metros de separación entre pupitres ponen de relieve el exhaustivo cumplimiento de los prtocolos que marcan las autoridades sanitarias. «Este colegio es seguro porque cuenta con la ratio ideal, que son unos 15 alumnos. Eso sí, no puedo garantizarle a los alumnos que no se vayan a contagiar porque el riesgo cero no existe», afirma Miguel Ángel Guillén , director del centro y artífice de la metamorfosis que ha experimentado el antiguo colegio Andalucía.

«Aquí cumplimos con todo lo que se pide por parte de las autoridades sanitarias. Llevamos trabajando todo el verano para esto y podemos decir que algunos hemos tenido una semana de vacaciones. Hay días que hemos empezado a las ocho de la mañana y nos hemos ido a las nueve de la noche. Y todo esto ha sido posible porque todo el profesorado, conserjes y personas de servicios se ha involucrado», afirma el responsable educativo, que asegura que toda la inversión que se ha realizado para afrontar el Covid-19 ha salido de los gastos de funcionamiento asignados al centro. «No hemos recibido ninguna inversión, más allá de los geles y mascarillas que nos ha mandado la Junta de Andalucía. El resto de los trabajos los hemos hecho nosotros mismos y el Ayuntamiento, que nos ha pintado el colegio», explica Guillén, que también agradece al AMPA una importante aportación para, entre otras cosas, instalar aparatos de aire acondicionado en cada clase.

Sin embargo, ésta no es la situación generalizada de los colegios, donde sí que se han producido protestas por la concentración de alumnos en un mismo aula . Son los casos de los colegios más solicitados de la capital, como Reyes Católicos, que este año llegará a tener hasta 27 niños en una clase, o Carola Ribed. En estos colegios, la distancia entre los alumnos es ínfima, por debajo del 1,5 metros que recomiendan las autoridades sanitarias.

Tampoco están sastisfechos los padres del colegio Antonio Machado de Jerez, tanto por la escasez de espacios para mantenr la distancia de seguridad entre los alumnos, como por el hecho de que hasta siete profesores entrarán en una misma clase para impartir las diferentes asignaturas.

«La escuela es necesaria»

Juanma Hoyos

Con mucha seguridad comenta el secretario y profesor de Educación Física, Juanma Hoyos , la reincorporación del alumnado. «Los niños van a estar seguros en todas las áreas y especialmente en Educación Física, donde vamos a aplicar el sentido común. Pienso que la escuela es necesaria porque hay cuidar, además de la salud física y mental, la salud social. Si no te relacionas la salud no es la correcta», opina el docente.

Rocío Castaño.

Obviamente, este trabajo encuentra recompensa de puertas para afuera y los padres son los primeros en agradecer una implicación que puede garantizar la salud de sus hijos. «Soy nueva. He cambiado a mis hijos de colegio y estoy encantada con la organización del colegio y eso me da traqnuilidad. Mi hijo tiene una patología grave y lo he traído porque pienso que hay que vivir, que los niños tienen que venir al colegio, ser felices y vivir la vida», apunta Rocío Castaño , madre de Kiran y Arienh.

María Rosa Medrano.

Con más preocupación afronta este primer día de clase, María Rosa Medrano , que no decidió hasta última hora de ayer que llevaría a su hija al colegio. «Tengo personas de riesgo en mi entorno y me da miego que mi hija pueda contagiarnos. De hecho, hasta ayer por la tarde no compró ni los materiales porque tenía muchas dudas. Por un lado tengo miedo pero por otro tengo la confianza que nos da el colegio con todas las medidas de seguridad que ha impuesto el director», asevera esta madre.

Vanesa Lastortres.

Más convencida está Vanesa Lastortres de este esperado regreso. «Tengo respeto por lo que pueda ocurrir pero bueno, el colegio ha acatado las normas perfectamente con un montón de medidas de seguridad. Hay muchas madres trabajadoras que necesitamos que el colegio esté abierto. Si estuviésemos confinados pues nos quedamos todos en casa, pero si no lo estamos, qué hacemos para trabajar», explica la cabeza de familia.

Jessica Palacios.

«Es una situación nueva para todo el mundo y hay que aprender a llevarla con normalidad. Los niños necesitan volver y aprender de los profesores. Nosotros no podemos darle la formación igual que los especialistas. Eso sí, creo que el Gobierno podría haberlo hecho mejor y con más previsión, que han tenido cuatro meses para prepararlo», apunta Jessica Palacios .

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