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Mascotas: Dormir, descansar y relajarse a pata suelta

De loneta, funda nórdica, fieltro, arpillera, borreguito, terciopelo, cuero, mimbre o incluso de cartón o madera, son algunos de los materiales empleados para la fabricación de las camas para perros y gatos. A la hora de elegir nuestro consejo es que opten por algo sencillo... hay veces que los excesos en la elección hacen que nuestras mascotas más que confort sientan pánico y prefieran dormir en el santo suelo.

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Antes de que llegue un nuevo miembro de la familia hay que planificar donde y como va a ser el lugar en el que este va a dormir y descansar. También el cuenco con el que va a comer y a beber agua. Nuestros fieles amigos saben más que nosotros y en ellos siempre primará, a la hora de elegir su lugar de descanso, la sencillez y la comodidad por encima de todas las cosas. Un buen sitio donde descansar es indispensable para ellos. Además si se trata de un ejemplar de gran tamaño más todavía, ¿el motivo? A la hora de tumbarse o acostarse sus propios huesos ejercen más presión sobre los tejidos adyacentes, que pueden ocasionarle daños musculares, circulatorios e incluso durezas y callos en las patas traseras y delanteras...

de ahí que es recomendable proporcionarles una colchoneta mullida; pero tampoco en exceso blanda en la que pueda descansar.

Hay que tener en cuenta que el lugar donde un perro prefiere descansar varía mucho con cada individuo e incluso hay algunos -lo aseguro por experiencia- que se siente felices durmiendo en el santo suelo. Esos, digamos gustos, también dependen de su forma de vida. Lo primero de todo hay que tener en cuenta desde el primer día que el perro o el gato entran por la puerta de casa hay que tener muy claro cual va a ser su zona de descanso.

En el caso de los perros, nuestro consejo es que la «cama» debe ser grande y a ser posible confeccionada en tejido resistente, lavable y de rápido secado y que a ser posible resista -en el caso de los cachorros y su afán por mordisquear todo- hasta la edad adulta. A modo de base, puede poner una colchoneta cubierta por una colcha (repetimos emplear texturas de fácil limpieza), pero teniendo el cuidado y la precaución que no sea demasiado blanda ni demasiado dura.

En el caso de los cachorros existen en la actualidad en el mercado una especie de empapadores para evitar que los escapes de pipí a esa edad no ensucien la colchoneta. Los gatos, aunque tienen fama de exquisitos se adaptan -salvo honorables excepciones-a cualquier lugar basta con que sea cómodo y confortable. Por fortuna como en el caso de los perros en el mercado existen muchos tipos de camas y colchones para gatos e incluso bolsas de dormir. Lo principal en los mininos es el tamaño.

Dormitorio gatuno: cuestión de espacio

Los gatos a diferencia de los perros necesitan espacio para estirarse y girar. Una «cama»que sea demasiado estrecha no se sentirá a gusto y sin embargo una cama demasiado grande tampoco, en el termino medio estará la más indicada. Como venimos diciendo y como en el caso de los perros, hay que elegir un «dormitorio» que sea fácil de lavar ya que esto ayudará a evitar los olores y la presencia de parásitos. Algunas camas para gatos tienen forros de lana sintética que pueden resultar muy acogedores para ellos, otras vienen rellenas de espuma en su base, y algunas están diseñados para mantener al gato fresco en verano y cálido en el invierno. También se pueden encontrar camas ortopédicas, una bendición para algunos gatos mayores.

Hay modelos con lados altos e incluso existen una especie de cojines térmicos, indicados para gatitos que se están criando con su madre, para gatos que se recuperan de una enfermedad y para gatos mayores. Algunos gatos son reacios y no sienten un amor a primera vista por la cama que se ha elegido para él. Nuestro consejo y siguiendo las opiniones de los expertos, la ubicación es decir colocarla donde el gato acostumbra a dormir. Los lugares soleados; pero no a pelno sol o cerca de un radiador. Se da el caso de algunos gatos que prefieren dormir en las alturas. Si el suyo lo hace, pruebe a colocarla su cama en una estantería soporte adecuado.

Otros trucos para que acepten su cama consisten en colocar algún juguete favorito o cojín para tentarle a probar su nuevo habitáculo... también están los premios y las palabras cariñosas cuando utiliza la cama nueva. Por último, si nada funciona expertos en comportamiento felino, aconsejan colocar dispersa un poco de hierba gatera alrededor de la cama. Tanto para gatos como perros a la hora de instalar el dormitorio es muy importante contar con el espacio adecuado ya que debe ser un lugar donde descanse tanto física como psicológica... vamos, un lugar tranquilo alejado de pasillos por donde pasamos habitualmente como los cuartos, o en los espacios donde hay siempre mucho bullicio, esto es para que se adapte a las horas de sueño, y de ruidos de la casa.

Para todos los gustos

En la actualidad existen bastantes modelos de colchonetas, camas y cestos en el mercado, bien en establecimientos especializados en mascotas o en tiendas on line (www. zooplus.com, www.nuestroperro.es o www.tiendanimal.com). Las hay de distintos materiales (loneta, impermeable, felpa, forro polar, recubiertas de teflón e incluso edredón nórdico). Nuestro consejo es que sean desenfundables para así facilitar la limpieza ya que una colchoneta donde duerme nuestro perro tiene que estar siempre limpia y en perfectas condiciones. También, dado el caso, en el mercado existe una amplia variedad de camas ortopédicas, esterillas refrescantes y colchonetas para aquellos ejemplares que lo necesiten para recuperarse de una enfermedad o perros ancianos. Incluso hay unas alfombrillas que absorven la suciedad con unas micro fibras extra largas que limpian las patas del perro. También unas que tienen la función dos en uno: se trata de una mullida manta de viaje; pero que también es cuna cuando sus cuatro esquinas están cerradas.

Ojo con el clima y dónde colocar

Tenga en cuenta a la hora de elegir que su cama es el sitio donde su perro pasará el 70 por ciento de su vida. Si vive en zonas frías, en el invierno puede optar por una cama térmica que le ayudará a mantener el calor corporal y que a la vez esté más cómodo y relajado. Estas también están indicadas en casos de convalecencia. Hay perros que por su edad o por algún problema en las articulaciones necesitan tener calor para mitigar sus dolores.

En el lado opuesto están las llamadas «camas refrescantes» que han sido diseñadas para garantizar una disminución de la temperatura y procurar un alivio agradable del calor a nuestros colegas de cuatro patas. En el caso de los cachorros debe procurar que la elegida mantenga – mientras el animal duerme, su vientre calentito ya que esta circunstancia les puede ayudar a mantener su vejiga bajo control durante la noche. Los precios de todas estas colchonetas y cojines pueden oscilar entre los 10 y lo 90 euros.

También hay en el mercado una amplia gama de cestos de mimbre con o sin cojín de diferentes tamaños, con unos precios que varían entre los 60 y los 90 euros. Sin gastarse una fortuna existen camas muy cómodas especialmente diseñadas para el correcto descanso de nuestro perro o gato. Nuestra mascota necesita dormir bien para que a la mañana siguiente su cuerpo se encuentre activo y, lo más importante, cuide sus huesos que en un futuro, podría acarrearle serios problemas en su estructura. También existen en el mercado unas colchonetas tipo vicolástica que se pueden forrar opcionalmente con una tela más abrigada para el invierno y otra más fresquita para el verano.

Camas caseras o cómo hacerles la cama

Como venimos diciendo, en el mercado actual existen múltiples opciones a la hora de elegir el mejor «dormitorio» para nuestro perro o gato. En el caso de estos últimos, podemos encontrar: camas en alto, hamacas, almohadillas, mullidos túneles e incluso pequeñas atalayas adaptadas para el radiador o calefacción de la casa. No hace falta ser un manitas y quiere ofrecer algo especial a su gato y lo que hay en el mercado no le convence, puede usted hacerle una. Debe tener en cuenta que a los gatos les gusta las superficies mullidas como las toallas o una camisa suya que acaba de dejar sobre la mesa recién planchada. Otra de sus caprichos son las cajas y los tubos de cartón (de zapatos, embalaje...), pero que tengan un tamaño asequible a las «exigencias» del animal.

Rellenarlo con ropa vieja o incluso meter en un forro de un cojín viejo ropa vieja... será una mullida cama que le encantara. También se puede reciclar una maleta vieja o los cajones de un mueble. No olvide que a los gatos les gusta las alturas ya saben lo que dice el refrán: «El perro nos mira y el gato nos observa».

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