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Flor Karina Mercado es ecuatoriana, y lleva desde 1999 en nuestro país. Sale en este vídeo de Cáritas que promociona la acciones de economía solidaria - VÍDEO DE CÁRITAS

El horizonte de futuro que Cáritas da a Flor Karina

Ecuatoriana, de 36 años y en paro, se capacita para el trabajo de su alma en el centro Eduardo Rivas de la ONG de la Iglesia en Madrid: «Deseo trabajar en una residencia, un centro de día, para personas mayores»

Madrid Actualizado: Guardar
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Se llama Flor Karina Mercado Garcés. Es ecuatoriana y tiene 36 años. Lleva en España desde el año 1999 y en la actualidad, aunque ha trabajado como dependiente y gerente de una tienda, también en el sector de la hostelería y tiene conocimientos de contabilidad que trajo de la formación en su país, está en paro. Por ello y para completar la que dice es su auténtica vocación -«inquietud» lo llama ella- forma parte del programa de capacitación al empleo del centro Eduardo Rivas de Cáritas Madrid. El curso en el que está inmersa desde marzo es el de atención geriátrica sociosanitaria (A.T.S.) y su objetivo es que, cuando lo complete el próximo mes de octubre, dedique todos sus esfuerzos a cuidar de personas mayores.

¿Su sueño? Que del curso pase a encontrar un puesto de trabajo en una residencia.

El curso es gratuito y recibe una subvención pequeña por parte de Cáritas para el abono transporte y poder desplazarse al centro.

Ella ha integrado los últimos años el programa de voluntariado de Cáritas en el madrileño Barrio del Pilar y ya cuando tenía trabajo destinaba sus pocas horas libres al trabajo con ancianos: «Lo tenía todo sincronizado, cuando dejaba a mi hijo en sus clases, yo dedicaba mi tiempo a esas personas que tanto lo necesitan». Sus palabras, en conversación con este periódico, conmueven. «¿Qué significa para usted el trabajo con ancianos, qué le aporta?». Escueta, aséptica, lacónica, decide dar una sola palabra: «Significa todo».

«Son personas que ya han vivido su etapa y entran en otra con gran dependencia, necesitan de alguien que les trate con cariño, y que tenga las técnicas y los conocimientos para hacerles la vida más llevadera. Cuando yo sea mayor, también me gustaría que me cuidasen no como si fuese un trasto, las personas mayores tienen su forma de comunicarse, cada situación se sobrelleva de una forma diferente, pero hay que saber ayudarles siempre. Me gusta la comunicación con las personas mayores y me gusta ayudar en su evolución», se explaya esta joven ecuatoriana, quien, además, es una de las personas que han protagonizado el último vídeo de Cáritas Española para poner rostro a las acciones de economía solidaria emprendidas. En 2015, esas acciones, según se anunció en una rueda de prensa celebrada este miércoles 27 de abril en Madrid, acompañaron a más de 72.000 personas, de las que más de 15.000, alrededor de un 21%, lograron un puesto de trabajo.

Flor sostiene que el español es muy solidario. No ha olvidado a sus compatriotas asediados recientemente por el devastador terremoto, así como «nunca deja a un hambriento sin un trozo de pan». «Yo, que formo parte del departamento de Ropero del Arcipestrazgo -dentro de Cáritas Diocesana de Madrid-, veo cómo todos los ciudadanos se vuelcan y no dando ropa que les sobra, sino la que tienen. Es decir, prefieren quitarle tres prendas a su hijo porque ya tiene diez y compartirlas con quien no tiene y las dona», defiende esta mujer. Lo que Flor pide a la sociedad, al ciudadano común, es que tampoco se olvide de sus mayores, que aprenda, como ella, a disfrutar de sus padres, de sus abuelos, cada instante, porque será peor cuando no los tengan a su lado para hacerlos.

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