Un hombre limpia la calle de nieve para tratar de sacar su coche durante una nevada en Estocolmo
Un hombre limpia la calle de nieve para tratar de sacar su coche durante una nevada en Estocolmo - EFE

Culpan a la igualdad de género del colapso en el tráfico de Estocolmo

La prioridad de quitar la nieve en las aceras para favorecer a las mujeres causa debate

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«No tenemos que culpar a la igualdad de género por lo que ha pasado», dice al diario Expressen Daniel Helldén, responsable de Transportes de la ciudad de Estocolmo y miembro del Partido Verde. Pero, para algunos, el caos en el que se vio sumida la ciudad el pasado jueves, cuando cayó la mayor nevada de los últimos 111 años en un mes de noviembre, sí que fue provocada por la ley aprobada el pasado año que prioriza retirar la nieve en las aceras y los carriles bici antes que en las carreteras. Todo ello porque, según las estadísticas, los hombres son más propensos a coger el automóvil mientras que las mujeres utilizan el transporte público, las bicicletas o, bien, deciden caminar.

Para Helldén la situación dantesca que se vivió en la ciudad no fue debida a la igualdad de género ni a la prioridad de limpiar las aceras y los carriles bici, ya que afectó a todos por igual. De hecho, algunos medios suecos como el Dagens Nyheter consideran que las mujeres y las personas mayores han sido las más perjudicadas porque, varios días después, las aceras siguen cubiertas de hielo y nieve, muchos autobuses todavía no funcionan y, lo que es más grave, en un solo día, los hospitales tuvieron que atender a 380 personas con huesos rotos como consecuencia de las caídas y los resbalones provocados por el hielo.

«Siento que no pudieran llegar a sus trabajos»

El Ayuntamiento de Estocolmo está gobernado por una coalición entre socialdemócratas y verdes que, el pasado año, aprobó una ley relacionada con la igualdad de género y la limpieza de las calles en caso de nevada, cuyo objetivo era que las mujeres tuvieran las misma seguridad que los hombres al desplazarse por la ciudad. Un año después, la gran nevada ha demostrado que ni mujeres ni hombres pudieron moverse con un mínimo de seguridad. «En general, lo que puedo decir es que siento que los habitantes de Estocolmo no pudieran llegar a sus trabajos, a las escuelas o a las guarderías, pero no hay mucho más que añadir», ha explicado el político verde al que muchos culpan de lo sucedido.

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