Cuestión de orgullo

Para cerrar el año, un compromiso de los de verdad, un amistoso que va más allá porque en Vigo, donde se esperan sin lluvias sin que eso sea noticia, juegan las dos últimas campeonas del mundo. España y Alemania, sin que atraviesen sus mejores momentos, se juegan el orgullo, fundamental alzar el vuelo para echar el telón a un 2014 para olvidar (20.45, Cuatro).

Siempre se recordará por el batacazo de Brasil en clave española, pero la noche del martes puede servir para despegar. No en vano, contra Alemania empezó todo hace seis años, imposible no recordar esa carrera de Fernando Torres con final feliz. Después también se ganó a los germanos en la semifinal del Mundial de 2010 y ahora se vuelven a encontrar dos viejos conocidos.

Demasiado tiempo sin verse.

El duelo queda un poco desbravado por las ausencias, muchas en los dos bandos. España se queda sin Iniesta, Cesc, Silva, Diego Costa y alguno más de los fijos, mientras que Alemania está en cuadro, como quien dice, descapitalizada y con la mayoría de los que ganaron el Mundial en sus casas.

En Vigo no estarán Marco Reus, Julian Draxler, Bastian Schweinsteiger, André Schürrle, Mats Hummels, Neuer y Boateng, difícilmente reconocible el conjunto de Joachim Low. Sin embargo, Alemania es potente por sí sola, aunque anda con ese síndrome postmundial que suele afectar tanto a los campeones de turno. Suma dos derrotas, un empate y dos victorias, calientes las críticas después de sólo marcar cuatro goles a la selección de Gibraltar.

En España se esperan seis cambios con respecto al duelo de Huelva ante Bielorrusia, según lo visto. Jugarían: Casillas; Azpilicueta, Piqué, Ramos, Bernat; Bruno, Busquets; Raúl García, Isco, Nolito; y Morata. Oportunidad fantástica para los que menos juegan y dar la posibilidad de estrenarse a hombres como Nolito o Camacho, que tendrá también minutos. Incluso Kiko Casilla podría estar un rato en la portería de España.

Del Bosque insiste en la importancia de la cita, aferrado a aquello de que contra Alemania no hay amistoso que valga. Además, sirve el partido para que la selección entierre la polémica sobre el compromiso que ha existido durante toda la semana a partir de unas palabras de Sergio Ramos en las que cuestionaba las ausencias de jugadores como Cesc y Diego Costa. Luego se explicó, pero el ambiente, desde entonces, está algo enrarecido.

Con goles se cura todo y España los busca en Balaídos. Este martes se despide y no volverá jugar hasta marzo. De ahí la importancia del choque, un amistoso de nivel entre dos países con estrella. Se trata de darle brillo de nuevo.