Raúl García
Raúl García - Reuters
Selección Española

Raúl García: «Crecí a base de palos, sé lo que cuesta estar aquí»

El rojiblanco, que apunta a titular con España ante Alemania, reconoce ante ABC que la crítica le ha llevado a ser mejor jugador

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Por circunstancias, es Raúl García el que espera al periodista, válida la introducción para presentar a un futbolista normal, un hombre sencillo que hoy volverá a tener minutos con España. Se estrenó ante ante Francia y no ha vuelto a jugar, pero ha estado en todas las listas después del Mundial. Es el premio a su trabajo en el Atlético, impagable para el resto.

­–Parece que lo suyo va en serio. Y eso que se dijo que la primera sería la última vez con España.

–Al final, yo me lo planteo como si no hubiera tenido ninguna de las oportunidades que estoy teniendo. La verdad que siempre que sale una lista trato de no mirarlo y tampoco pienso que pueda estar en la convocatoria.

Para estar aquí he de seguir en la misma línea de trabajo, es mi único secreto. A mí me avala el trabajo.

–¿Se pone nervioso los días previos a la lista?

–No, más que nervioso, ahora aprecio mucho lo que es una convocatoria. Ya he estado aquí otras veces y lo veo diferente, me gusta estar en ella, me gusta saber que España y el seleccionador cuentan conmigo.

–Antes de la primera llamada, se habló mucho de usted. ¿Llegó a perder la esperanza de ser internacional?

–Si algo tengo es confianza en mí mismo, en el trabajo. Cuando pones todo de tu parte, pueden llegar oportunidades como esta. Lógicamente no ha sido una obsesión, era un sueño.

–Lo de trabajar es un tópico de futbolista. ¿Quizás en su caso es más real?

–Pero no es sólo a nivel deportivo. Mantener una relación, una amistad, tu pareja... Todo implica trabajo, un día a día que no puedes descuidar. Y a nivel de fútbol aún más. Con los años ves gente que viene de abajo, jóvenes que aprietan. El trabajo diario es una competición individual, siempre ha sido así para mí. Me educaron esos valores y más aprecio esos consejos.

–¿Quién se los dio?

–Es culpa de todos. Obviamente, mis padres desde pequeño me enseñaron lo que cuestan las cosas, yo sé lo que cuestan. Han tenido que trabajar muchísimo para darnos lo que hemos necesitado. Y también los compañeros, tanto en el Osasuna como en el Atlético. Mi madre fue cocinera y mi padre trabajaba en una empresa, currelas que nos dieron todo lo que necesitábamos y son un espejo para mí.

–Usted ha crecido entre murmullos, con dudas por parte de la gente.

–Sí, he crecido a base de palos. Por eso siempre digo que en ese sentido, aunque no es positivo porque yo lo he pasado y es complicado, agradezco esos palos. La madurez te llega más rápido, aprendes de situaciones. Puedes hundirte o aprender y salir adelante, como ha sido mi caso. Me gustaría que no hubiera pasado, pero la crítica me ha servido de mucho.

–¿Alguna vez se ha hundido?

–Te dejan más tocado otras situaciones. El aficionado no ve lo que el día a día. Hay cosas que dan rabia. El fútbol no es sólo la hora de entrenamiento. A mí me gusta cuidarme, me gusta entrenarme, me gusta llegar antes e intentar hacer lo máximo para llegar bien al examen, que es cuando la gente te ve. Te valoran por el fin de semana, pero detrás de eso hay mucho más que el aficionado no sabe.

–Y usted se ganó al del Atlético.

–Sigo ganándomelo. El fútbol es una veleta en ese sentido. Puedes estar bien y las cosas cambian al segundo. Me siento bien, cómodo con la afición, trato de cuidarlo.

–¿Notaba cuando el Calderón le cuestionaba? ¿Se percibe?

–Por supuesto. He tenido compañeros que me han dicho que, pasando lo que he pasado yo no, podrían jugar. Es una situación de sentirte vigilando, sabes que te están mirando y a la mínima, aun sin fallar, te van a criticar. Pero hay que convivir con ello y ser fuertes.

–En la selección ahora hay alguna crítica y llegan caras nuevas como la suya. ¿Cambia la idea?

–Es lógico que haya cambios, en todas las situaciones de la vida pasan cosas así. Van entrando nuevos. Comparar no es bueno porque cada uno tiene lo que tiene y se puede jugar de una manera o de otra. Pero la idea es la misma, nos identificamos con lo que se ha hecho en la selección anteriormente. La gente tiene que acoplarse y hay que tener paciencia.

–¿Notan más distancia con la afición?

–No creo que haya desapego. Es verdad que después de un nivel tan alto, después de conseguir cosas inmejorables, duele un palo como el del Mundial. La gente tiene esa lástima. No hay una gran competición hasta dentro de dos años y quizá por eso pueda parecer que no hay tanto apego, pero la gente sigue queriendo a la selección, sigue confiando en este equipo. Aunque hay intriga con los cambios en España, es lógico.

–Se compara con el pasado y también le pasa al Atlético. ¿Ha cambiado mucho?

–Estamos en las mismas. Salen jugadores, entran otros... El equipo ha notado mejoría del principio a ahora. No siempre se puede jugar al mejor nivel, pero el equipo se está acoplando. Tenemos una identidad muy clara, somos un equipo al que cuesta hacerle ocasiones de gol, un equipo muy compacto. Y eso da resultados. El año pasado fue muy bueno e intentaremos repetirlo.

–¿Y es repetible?

–La intención es esa, poder competir al máximo. Nunca dejamos nada de lado y si competimos, quién sabe.

–Los números, sin embargo, juegan en su contra. ¿Son menos poderosos?

Para nada. Diferentes, sí. Más que el cambio del equipo, la novedad está en el cambio de los rivales hacia nosotros. Es lo fundamental. La gente no viene de la misma manera a jugarnos, ahora se nota.

–¿Cuánto tiene usted de Simeone?

–Sería injusto decir que todo, pero sí que es verdad que es muy importante en mi carrera. Dio continuidad a lo que me dio Mendilíbar en Pamplona. Es confianza. Hace que me sienta importante. Estoy en uno de los mejores momentos de mi carrera y tiene mucho que ver.

–¿Les molesta que digan que son agresivos o violentos?

–Es que no tiene nada que ver. El que diga eso, se contradice si ve las faltas. Somos de los que menos hacen y desgraciadamente se le ha dado mucha bola a ese comentario. De ahí que ahora los árbitros están un poco más influenciados. Hacemos faltas normales y nos sacan tarjetas muy rápido. Nosotros de violentos nada, jugamos con intensidad y ya está.

–Hay quien dice que ustedes molestan ahí arriba.

–Sabemos lo que tenemos que hacer. Madrid y Barcelona siempre están ahí y van a tener más importancia que el resto, pero nos da igual. Vamos a lo que vamos y si molestamos, seguiremos molestando.

–¿Realmente les da igual o les molesta cosas como los premios de la LFP y el poco reconocimiento al Atlético?

–Las cosas tan obvias hablan por sí solas. No tenemos que decir nada porque haciendo lo que hicieron la gente se dio cuenta de otras cosas que la gente no hubiera percibido. No controlamos eso y tampoco queremos, es problema de ellos. Lo que hicimos el año pasado fue muy importante, fue un cambio favorable para el fútbol.

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