TRIBUNALES

«Nunca me he dedicado a asesinar»

El Ojos se defiende y, aunque admite sus negocios con las drogas, niega haber participado en el crimen de El Pelón

El Ojos entra esposado y custodiado en la Audiencia Provincia de Cádiz. F. J.

M. ALMAGRO

«A todos, quiero contestar a todos». Ismael 'El Ojos' se ponía delante del tribunal que le juzga este martes para dar cuentas sobre su presunta participación en el secuestro, la tortura y el asesinato de David Muñoz , alias 'El Pelón' la madrugada del 4 al 5 de agosto de 2014. Ha sido el primer acusado que admitía responder a todas las partes y lo hacía seguro, incluso por momentos desafiante con el fiscal, quien pide para él 75 años de prisión .

Ismael López aseguró no haber tenido nada que ver en los hechos de los que se le acusan. «No», contestó tajante a cada una de las preguntas del Ministerio Público acerca de los violentos episodios acaecidos entre Chiclana, Sanlúcar y Puerto Real aquella noche. No lo mató «como una rata», no lo torturó, no utilizó caretas ni armas para el secuestro y no cogió ningún dinero debajo de un columpio en casa de unos amigos de David Muñoz en Sanlúcar. «Todo es mentira», insistió. «Eso es incierto», repetía al ser cuestionado. «Nunca en mi vida me he dedicado a secuestrar ni a asesinar». Lo suyo, según declaró sin tapujos, ha sido «buscarse la vida» transportando droga en vehículos robados con lo que al mes podía llegar a ganar «entre cinco mil y seis mil euros», detalló.

Varias casas por estar en busca y captura

A preguntas del fiscal El Ojos contó que se estableció en El Puerto en el año 2013 y que alquiló varias casas «porque estaba en busca y captura» y así podía «esconderse» si iban a por él. «Era medio nómada». Estas casas las alquilaba con dinero procedente del tráfico de hachís y a nombre de un tercero al que pagaba para utilizar su nombre, explicó. Ismael López negó también ser el líder de la banda ni que propusiera al resto hacer un «trabajo» en Chiclana. Sí admitió conocer a cada uno de los acusados por diferentes motivos: algunos de la infancia «del barrio», otro porque les arreglaba los coches y otros por amigos comunes.

«No tenía ninguna cuenta pendiente», aseveró. En cuanto a la madrugada del día 4 afirmó que estuvo «toda la noche en Chiclana». Según su versión, se trasladó a la localidad porque había invitado a otros acusados como al Facu, Sara y Moha a su vivienda de la calle La Habana de El Puerto y él se fue a Chiclana al piso de su mujer para que sus conocidos «estuvieran más cómodos». Allí, aseguró, cenaron en una marisquería del centro de la localidad y luego se quedó con su pareja mientras que el resto se fue «de fiesta». «Mi teléfono lo dice. Llevo estudiándome el sumario tres años...», contestó a las preguntas sobre la localización de su vehículo, un Ford Mondeo, en diferentes lugares por los controles de tráfico. Tampoco asumió como propio el rastro que dejó otra tarjeta telefónica a nombre de otra mujer (una tal Valerie) que los investigadores le atribuyen a él. «No sé quién es esa persona», dijo. No admitió nada acerca de unas muestras de ADN correspondientes a la sangre de la víctima halladas en la casa de La Habana cuando se lo recordó el abogado de la acusación particular.

Las armas y las notas de vigilancia

Sí reconoció como suya una de las dos pistolas encontradas en el registro de su casa de Buitrago de Lozoya (Madrid) pero, afirmó que con ella no había cometido ningún delito, y sostuvo que no se pudo encontrar munición en la vivienda de El Puerto porque «siempre la llevaba en la pistola». Con respecto a las notas encontradas en diferentes domicilios de algunos de los acusados con anotaciones de haber realizado vigilancias a personas, El Ojos no las reconoció. «No es mi letra, no sé qué es y yo no he hecho vigilancias». Para Ismael López los pinchazos en los que se le escucha hablando con otros investigados sobre el supuesto plan son «conversaciones puestas fuera de contexto por la Policía».

Negó también haber estado en Navalmoral de la Mata donde se produjo el secuestro y robo frustrado a otro empresario. «Yo no planificaba secuestros» , repitió. «Pedía que me trajeran coches (robados) para llevar el hachís». Por último, aseguró que el día 5 de agosto le pidió al Moha y a Sara que se volvieran con él a Madrid y le hicieran de lanzadera a cambio de 3.000 euros.

El Ojos además desmintió ser el líder de la banda aunque reconoció a todos los procesados que ahora se sientan junto a él en el banquillo.

Otro acusado del supuesto núcleo de la banda que declaró fue Facundo J.A., alias 'El Facu' , considerado por los investigadores el lugarteniente de Ismael. «A mí nunca me ha ordenado nada a nadie», afirmó. «No he pagado ni recibido dinero por ningún 'recado'», sostuvo al negar su implicación en la muerte de David Muñoz. «Es totalmente falso. Jamás habría participado en un hecho como ése ni hubiera dejado mi coche». Su vehículo fue localizado por el registro de cámaras circulando junto a otros dos robados y el de El Pelón. Según afirmó, viajó a Cádiz por vacaciones y fue aquí donde se encontró con Ismael. Cenó con él en la casa de calle La Habana en una ocasión aunque él estaba alojado en otra vivienda cerca de la Plaza de Toros. La noche de autos afirmó que cenó con El Ojos, Moha y Sara en Chiclana y que luego se fueron «de marcha» sin Ismael. Regresaron a El Puerto y cuando salieron y se les acabó la cocaína fueron a comprar más a Sanlúcar, una secuencia de hechos que difiere de la dada por Jacinto M. R. en instrucción cuando aseguró que Facu le había acompañado a señalar cuál era la casa de El Pelón.

En cuanto a la localización de su móvil en los tres municipios donde supuestamente sucedieron los hechos, Facundo J. A. dijo que se podía deber a que habían estado dando vueltas esa madrugada. Primero cenando, luego de fiesta y en Sanlúcar comprando la droga. «Jamás he estado en Puerto Real (donde se encontró el cadáver de la víctima) hasta que la Guardia Civil me llevó allí detenido».

Cuestionado sobre el hallazgo de una tarjeta telefónica a nombre de la tal Valerié en su Seat Altea aseguró desconocer cómo había llegado hasta ahí. «Le dejo el coche a cualquier persona», declaró.

Material intervenido.

Las máscaras, «para Carnaval»

También se le preguntó por otra de las pruebas que dejó el caso. Las caretas tipo ‘Anonymous’ de silicona encontradas en su casa. Según explicó, no sólo tenía una «sino siete u ocho» porque sus hijos pequeños las usaban «para Carnaval». «Esa máscara jamás la he utilizado en ningún delito», afirmó cuando se le mostró la careta.

Jorge J. P ., también dio su versión ante el tribunal de la Sección Cuarta. Según insistió, antes de entrar en prisión tras lo ocurrido en Cádiz, se dedicaba exclusivamente a «bajar a por chocolate (hachís) y llevarlo a Madrid o a Valencia». Ahí acababa su función, explicó. Por eso quedó registrada su visita a Cádiz el día 1 de agosto. Viajó junto a otros dos acusados. Roberto I., ‘El Ruso’ y Christian G., ‘El Niño’. «Llegué ese día y me marché el siguiente». Como aseguró la madrugada de los hechos estaba en Madrid. Allí también, en Buitrago de Lozoya, se le detuvo. Fue a casa de Ismael «a consumir» cuando de madrugada entró la Guardia Civil a por ellos. «No iban a por mí. Me cogieron de casualidad porque no aparecía mi nombre ni en la orden de registro ni de detención», denunció. Según dijo se enteró de que habían encontrado muerto a El Pelón cuando los agentes lo trajeron a Cádiz y le dijeron que estaba acusado de homicidio.

A Sanlúcar a por cocaína

La tercera sesión la cerró la declaración de Mohamed E. H., alias 'Moha'. De nuevo negó los hechos de los que se les acusa. «Esto es una película de Vin Diesel» , llegó a decir. Según su versión, él viajó a Cádiz junto a una amiga, Sara (también imputada). Había tenido problemas con su pareja y los vecinos y le pidió a Ismael López si podía venir a verlo. Se alojó en la casa de la calle La Habana de El Puerto y allí coincidieron también con Facu. «No vimos a nadie más», afirmó en relación a si convivió con algún otro acusado.

Su secuencia de la madrugada en la que murió David Muñoz fue similar a la dada por Facundo. Contó que fueron a cenar a Chiclana y allí se le estropeó el coche a Sara. Después se fueron de fiesta a El Puerto pero tuvieron que volver a Chiclana porque su amiga se había olvidado el bolso en el coche. De nuevo en El Puerto, ya tarde, dijo que acudieron a comprar cocaína a Sanlúcar. Estos datos de localización son importantes en la investigación debido al rastreo que se hizo de los móviles y los vehículos. Según le abordó el abogado de la acusación particular, Facu había contado que Sara fue sola a por el bolso.

En cuanto a si reconocía a Ismael como líder de un grupo aseguró que para él tanto El Ojos como Facu eran sus amigos y que no recibía órdenes de nadie. «Eso es ridículo», apostilló.

En el registro del domicilio de Moha se hallaron cuatro llaves de BMW (la marca en la que se solía fijar Ismael para que se los robaran, como reconoció), y un extractor de cerradura que, según dijo, no sabía qué hacía en su casa. Mohamed, quien cumple prisión en aislamiento actualmente, admitió haber sustraído vehículos en alguna ocasión pero no se reconoció autor de los robos de los dos coches de Cádiz y Jerez que según los investigadores se utilizaron para ejecutar el crimen del chiclanero.

El juicio, que se está celebrando bajo estrictas medidas de seguridad, continuará este miércoles con la declaración del resto de imputados, considerados también miembros de la banda.

== MÁS INFORMACIÓN: Una acusada los señala y confiesa que hizo de 'punto' para la banda

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