La concejala de Puerto Real, durante la comparecencia ante los medios
La concejala de Puerto Real, durante la comparecencia ante los medios - antonio vázquez
política

La edil de Podemos imputada por estafar a inmigrantes no dimite

La responsable de Hacienda, Mónica González, se defiende y dice que fue una «víctima más» en el monumental fraude perpetrado a sudamericanos

javier rodríguez
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«Una víctima más». Así se ha defendido la actual concejal de Hacienda de Puerto Real, Mónica González, de Podemos, al saltar de nuevo al panorama de la actualidad el caso ‘Eurowork’, por el que está imputada por su presunta participación en una estafa a inmigrantes sudamericanos. Este es el segundo escándalo al que se enfrenta el Ayuntamiento puertorrealeño por motivos ajenos a la gestión del equipo de Gobierno. El primero fue a los pocos días de la investidura cuando otro de los concejales, Juan Antonio Pontones, se hizo popular por unos comentarios contra la Constitución que había escrito años antes en una conocida red social.

Los hechos se remontan a 2006 cuando la edil de Puerto Real entró a trabajar como gerente en Eurowork Global España SA, una empresa liderada por Luis Batlle que tenía como función conseguir visados y contratos de trabajo para inmigrantes, especialmente latinoamericanos.

La sociedad se amplió Eurowork Hispania y abrieron oficinas en Madrid, Granada, Barcelona y Murcia, además de las representaciones que lograron en Bolivia, Hondura, México y Perú.

La empresa se anunciaba en prensa como una garantía laboral tanto para los inmigrantes que querían venir a España como para los que ya residían sin papeles en nuestro país y querían labrarse un futuro. Mónica contaba entonces con 26 años. Estudiante de Derecho y Master en Extranjería, encontró en esta empresa un futuro prometedor para desarrollar su carrera jurídica y sus inquietudes como activista social.

El ‘modus operandi’ de la empresa era sencillo: los inmigrantes interesados aportaban 465 euros como señal para el trámite de un visado y un contrato de trabajo. ‘Eurowork’, desde luego, garantizaba el éxito de la operación y además aseguraba la devolución del dinero en caso contrario.

Los anuncios y el despliegue comercial de la empresa llevaron a ‘Eurowork’ a convertirse en un sueño para miles de inmigrantes. Su fundador, Luis Batlle, actuaba como si fuera una agencia de colocación, que luego se demostró que era todo falso, fruto de un montaje.

La situación se torció cuando empezaron las primeras llamadas de inmigrantes preguntando por su visado y el ansiado contrato de trabajo. El fundador, Luis Batlle, desapareció de la escena y fue la ahora edil de Puerto Real la que se encargó de atender las llamadas. La indignación dio lugar a una lluvia de denuncias en septiembre de 2006 que fueron canalizadas en 2007 por la Audiencia Nacional. Más de 5.000 personas se sentían engañadas. El fraude superó los 2,5 millones de euros. Fue entonces cuando el juez Baltasar Garzón intervino y ordenó paralizar las cuentas de la sociedad, amén de practicar las primeras detenciones. Batlle y Mónica González fueron detenidos y posteriormente puestos en libertad con cargos. Días más tarde, Batlle desapareció y se le perdió la pista, por lo que el juicio no se pudo celebrar. La Audiencia Nacional dio orden internacional de busca y captura.

Batlle fue localizado en octubre pasado en Tailandia con una identidad falsa y haciéndose pasar por un chef español. La extradición ahora de Batlle a España permite reabrir el caso y celebrar un juicio por el que el fiscal pide 4 años de prisión para Mónica González, mientras que la acusación particular solicita diez.

La edil de Por Puerto Real Sí Se Puede, organización vinculada a Podemos, ha comparecido esta mañana junto al alcalde de la localidad, Antonio Romero, para “dar la cara” y explicar que ella es también una víctima de Batlle.

La concejal ha destacado que lleva diez años de sufrimiento con este caso y se alegra de la captura de Batlle. No ha tenido reparos en calificar a su antiguo jefe de estafador y confía en que la justicia ponga a cada uno en su sitio. Según ha señalado, en la investigación previa se pudo comprobar que ella no había estafado a nadie, ni tampoco había participado en las operaciones mercantiles de Batlle. Su pecado es haber firmado como administradora de la sociedad de este empresario.

Mónica González, que ha comparecido entre «lágrimas de impotencia», no ha dimitido, aunque ha puesto su cargo a disposición de las asambleas de Podemos. De hecho, el partido en Puerto Real tiene la intención de celebrar una reunión para estudiar la salida o no de Mónica González del equipo de Gobierno local.

Por su parte, el alcalde, Antonio Romero, le ha brindado todo su apoyo y asegura que esta noticia no es nueva. Romero ha confirmado que cuando se elaboró la candidatura ya se sabía que el caso 'Eurowork' salpicaba a Mónica González. Por ello ha destacado que Podemos se encuentra ahora en el ojo del huracán ante las próximas elecciones. Sostiene que serán objeto de linchamiento y de una presión mediática por ser candidaturas sociales.

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