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Entra en Diputación aire nuevo del PSOE

Irene García, una de las protagonistas de la corriente renovadora del Partido Socialista en Cádiz será la nueva presidenta del ente provincial gracias al triunfo de su partido en Chiclana, la Sierra y Campo de Gibraltar

mercedes morales
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Una noche imposible de levante, en un patio de un colegio sanluqueño, una joven aspirante a concejala subía al atril para dar un mitin ante seguidores socialistas durante la campaña electoral de las municipales de 2003. En primera fila, aguantando el tipo, a contraviento, el entonces presidente de la Junta, Manuel Chaves, y el expresidente de Diputación, Francisco González Cabaña.

Comienza a hablar ante el micrófono la joven, recién licenciada en Derecho, bajita, rubia y con una gran presencia escénica. «Manolo y yo nos miramos y dijimos: ¿quién es? Nos quedamos alucinados con su frescura. Ahora hay más políticos así pero entonces era muy raro. Fue un hallazgo. Mi descubrimiento», afirma orgulloso González Cabaña, subrayando en todo momento su autoría en el lanzamiento de Irene García como candidata socialista.

A partir de ese momento fue su pupila, su mejor alumna. Aunque el PSOE perdió Sanlúcar en aquellos comicios, Irene García formó parte del equipo de González Cabaña en Diputación, un veterano convencido de que sus dotes políticas la llevarían a la Alcaldía cuatro años más tarde. Y así fue.

En 2007, la joven Irene barría al PP y llamaba la atención de los dirigentes de su partido. En el recuerdo de la prensa provincial, aquella fotografía de Irene García junto a Zapatero durante su visita a Sanlúcar. Ambos sonrientes y triunfantes, justo antes de la debacle de la crisis.

En su equipo de gobierno municipal estuvo y está una de sus mejores amigas desde ‘parvulitos’, Mila Gordillo, quien destaca de Irene García que es una política con una «gran capacidad para ponerse realmente en el lugar del otro». Su vocación política es innata. «Siempre fue la delegada de clase. Una líder desde pequeñita. Simpre número uno en todo, con las mejores notas de la clase», apunta Gordillo.

Juntas estudiaron Derecho en la facultad de Jerez, donde García se licenció con un expediente brillante. Poco después comenzó una pasantía en un despacho de abogados pero a los pocos meses ya estaba dedicada a la política provincial desde la delegación de Cultura y más tarde Juventud en la Diputación de Cádiz, gracias a su acta de concejal de Sanlúcar, de la mano de González Cabaña.

Años más tarde, tras conseguir la Alcaldía de Sanlúcar, García se alineó con el bando contrario al de su padre político en el PSOE gaditano. Abandonó el clan pizarrista y se pasó al bando de José Antonio Griñán para aspirar en 2010 a la secretaría provincial del PSOE, frente al candidato de Cabaña y Pizarro, el alcalde de Barbate, Rafael Quirós.

Según González Cabaña, tanto Irene García como Rafael Quirós fueron dos apuestas suyas, su herencia política para la provincia. El propio veterano de la política provincial gaditana afirma entre risas que, en aquella jugada estratégica para alcanzar el poder en su propio partido, Irene no mató a su padre político (él mismo), sino que «sólo le dio una patada en las espinillas».

Y reconoce una de las mejores cualidades de la que puede ser presidenta de la Diputación Provincial de Cádiz: saber podar sus ambiciones, recortar obligaciones. «Al contrario de lo que hice yo, que quise abarcarlo todo», reflexiona González Cabaña en una pausa durante la redacción de su discurso de cierre de campaña para atender a LA VOZ.

Así, en septiembre de 2011 Irene García abandonaba la Alcaldía de Sanlúcar para atender los cargos de secretaria provincial del PSOE de Cádiz y la portavocía del grupo socialista en la Diputación gaditana. «Aunque no le doy consejos, entendí perfectamente lo que hizo. Fue bueno para ella y para el PSOE de Cádiz», sentencia González Cabaña.

Ya siendo portavoz de su partido en Diputación libró varios enfrentamientos internos. Y tras la marcha de Manuel Jiménez Barrios a Sevilla como consejero de Presidencia, ella toma al fin las riendas del partido.

Ambiciones políticas

Dejó en la Alcaldía de Sanlúcar a su mano derecha, como ella misma lo definió, a su Pepito Grillo, Víctor Mora, quien gobierna desde entonces respaldado por Ciudadanos Independientes de Sanlúcar. García cedió su sillón de alcaldesa pero no su acta de concejal. La mantuvo para seguir liderando el grupo socialista en la Diputación.

En todo momento, Irene García ha negado que aspire a ser consejera de la Junta de Andalucía, espcialmente desde que Susana Díaz alcanzó la presidencia, ya que es sabido que ambas mantienen una buena relación política. Sigue negándolo, aunque su círculo más cercano asegura que es una persona ambiciosa. Mila Gordillo concreta que es «ambiciosa en su justa medida. No es de improvisar y consigue todas las metas que se propone pero siempre tiene los pies en la tierra».

González Cabaña apostilla que en política quien no tiene ambición está muerto, de ahí que sea bueno que García, como cualquier otro candidato aspire siempre a más: «Creo que tiene la ambición necesaria para llegar a tener responsabilidades importantes».

También aseguran que es una jefa que sabe delegar, que una vez que elige a su equipo y marca unas cuantas líneas rojas infranqueables deja trabajar con autonomía a sus subordinados. «Le gusta formar equipo. No controlarlo todo hasta el último detalle, porque eso no es delegar», apunta su compañera Gordillo.

El secretario general de las Juventudes Socialistas de la provincia Pacote Pizarro es otro compañero y sin embargo fiel seguidor de Irene García. Pizarro asegura que él mismo quedó deslumbrado en su pueblo, Sanlúcar, cuando conoció a García formando parte de la oposición municipal.

Pacote Pizarro destaca de Irene su gran capacidad para resolver problemas, algo en lo que coinciden todos su colaboradores, así como su alta capacidad para desarrollar estrategias y ejecutarlas.

Otro rasgo en el que coinciden amigos y rivales políticos es en la tenacidad de esta lider socialista. Hay quien acompaña el adjetivo con un ‘demasiado’ para no decir literalmente que es una persona cabezota. Debe serlo. Alguien que no ha perdido ni una sola de las elecciones a las que se ha presentado tiene que tener una gran dosis de perseverancia. De cualquiera de las marenas, Irene García, aquella joven que daba un mitin en un patio de colegio de Sanlúcar será la nueva regente en la Diputación de Cádiz.

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