El volcán Popocatépetl entró en erupción tras el terremoto de México
Geólogos descartan el seísmo de México una replica del de Chiapas y advierten de una reactivación volcánica
El volcán Popocatépetl entró en erupción tras el terremoto de magnitud 7,1 que sacudió ayer el centro de México y ha causado la muerte de al menos 217 personas.
El Volcán @Popocatepetl_MX tuvo una leve explosión justo durante el #sismo de esta tarde. Así se vió desde #Puebla vía @HolidayInnNoria pic.twitter.com/4kupuyBLMr
— Webcams de México (@webcamsdemexico) 19 de septiembre de 2017
El Centro Nacional de Prevenciones de Desastres ( Cenapred) declaró el Semáforo de Alerta Volcánica en Amarillo Fase 2 y exhortó a los mexicanos a no acercarse al volcán, según informa « El Nacional» .
El Cenapred indicó que se identificaron 299 exhalaciones de baja intensidad además de una explosión.
Tras el temblor, se vio erupción roja en el el volcán Popocatépetl localizado en San Nicolás de los Ranchos, (Puebla), según « Zócalo ».
Actualmente el Semáforo de Alerta Volcánica del Popocatépetl se encuentra en Amarillo Fase 2, que se caracteriza por la actividad explosiva de escala baja a intermedia, lluvias de ceniza leves a moderadas en poblaciones cercanas y posibilidad de flujos piroclásticos y de lodo de corto alcance.
Reactivación volcánica
El Colegio Oficial de Geólogos (ICOG) no considera que el terremoto de 7.1 registrado la noche de este martes en México sea una replica del ocurrido hace unas semanas en Chiapas, aunque estiman que se ha producido un reajuste energético que tiene efecto sobre otras fallas próximas. Asimismo, considera que el seísmo aparece ligado a una reactivación volcánica de la zona.
La secretaria del Colegio Oficial de Geólogos (ICOG), Nieves Sánchez Guitián, considera que el «efecto local» sobre Ciudad de México es lo que ha producido la mayor devastación en el terremoto en el centro del país. Según la experta del ICOG, ese efecto local tiene que ver con que el terreno sobre el que se asienta Ciudad de México «está formado por cenizas volcánicas poco consolidadas, con líquido intersticial (entre los poros) que le da al terreno un comportamiento fluido, reduciendo su resistencia».
Técnicamente el fenómeno es conocido como licuefacción , según ha indicado la experta quien ha explicado que «el terreno actúa como si fuera una esponja, con el nivel de agua entre los poros, y al producirse las vibraciones por la onda sísmica, el líquido se mueve y se genera un riesgo mayor».
Este es el motivo por el cual, según los geólogos, los edificios cimentados de manera superficial se hunden en cuanto reciben el impacto de las ondas sísmicas. «Precisamente esa esponja provoca que el terreno se desmorone y el edificio cimentado se cae», ha añadido la secretaria del Colegio de Geólogos.
Uno de los problemas en Ciudad de México es que muchos de los edificios no han tenido en cuenta ese factor en su diseño. Por este motivo, la experta ha abogado por invertir en prevención y revisar la normativa sismorresistente teniendo en cuenta el efecto local. «Si se construye barato y sin una cimentación adecuada a las condiciones locales, a la larga se acaban cayendo los edificios», ha señalado.
El seísmo coincide con el 32 aniversario del devastador terremoto que se produjo en México en 1985 donde murieron alrededor de 10.000 personas. Para Nieves Sánchez esta efeméride va a hacer que mucha gente lo achaque a algo divino. «Este tipo de casualidades originan que se crea más en lo divino que en lo científico como forma de prevención», ha lamentado la secretaria del Colegio de Geólogos.
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