El Vaticano investiga una posible corrupción en el coro de la Capilla Sixtina
El director del coro y su director administrativo serían las personas investigadas por presunta malversación, fraude y lavado de dinero
La fiscalía del Vaticano está avanzando con rapidez en su investigación del gerente y el maestro del Coro de la Capilla Sixtina por presuntos delitos de lavado de dinero y apropiación de fondos, un delito grave cuando lo cometen funcionarios del Estado Vaticano o de cualquier otro.
La investigación sobre «aspectos económico-administrativos» fue autorizada «hace varios meses» por el Papa Francisco y «continua su curso», según un escueto comunicado del Vaticano sobre un caso deplorable en el coro más antiguo del mundo, fundado como tal en 1471, pero su historia se remonta a la Schola Cantorum creada por el Papa Gregorio Magno en torno al año 600.
Según el diario «La Stampa», los investigadores del Vaticano interrogaron antes del verano al director administrativo, Michelangelo Nardella, y han interrogado hace pocos días al maestro del coro, el musicólogo salesiano Massimo Palombella.
El diario turinés añade que «el origen de todo parece ser la apertura de una cuenta bancaria (en un banco italiano) en la que tenían firma tanto Nardella como Palombella, y por la que circulaba dinero procedente de conciertos del Coro de la Capilla Sixtina, utilizado posteriormente para gastos personales».
El director administrativo, Michelangelo Nardella, había sido suspendido de sus funciones el pasado mes de junio por una irregularidad no demasiado grave: haber utilizado frases de un mensaje antiguo del Papa Francisco para promocionar un concierto.
El último gran concierto internacional del Coro de la Capilla Sixtina tuvo lugar el pasado mes de mayo en el Metropolitan Museum de Nueva York en la velada inaugural de una exposición de moda que incluía gran número de antiguos ornamentos litúrgicos.
Sin embargo, el Coro suspendió una gira por Estados Unidos prevista para este verano sin dar ninguna explicación, pero probablemente a causa de las irregularidades descubiertas.
La responsabilidad del director administrativo en los presuntos delitos de tipo económico es mayor que la del maestro del Coro, Massimo Palombella, nombrado por Benedicto XVI en 2010 y confirmado para otro quinquenio por el Papa Francisco en 2013.
La apropiación indebida de fondos públicos por parte de funcionarios es un delito grave, con penas de cuatro a diez años de prisión en la legislación italiana y sanciones similares en el Vaticano.
En otros tiempos, una irregularidad de este tipo se hubiese resuelto a puerta cerrada a cargo de sus jefes inmediatos, pero Francisco ha marcado la línea de actuación prioritaria de la Gendarmería Vaticana, los fiscales y el Tribunal del Vaticano.
En los últimos años son frecuentes los arrestos y los juicios como los que han terminado en condenas del mayordomo de Benedicto XVI, Paolo Gabriele, por filtración de documentos; del sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda, por un delito similar; y del “numero tres” de la nunciatura en Washington, Carlo Alberto Capella, condenado a cinco años de prisión por intercambio de pornografía infantil.
Obispos americanos
En esa misma línea de severidad, el Papa Francisco creó hace un par de años un tribunal especial dentro de la Congregación para la Doctrina de la Fe encargado de juzgar a obispos encubridores o negligentes en la erradicación de los abusos sexuales de menores.
Ayer mismo recibió en una larga audiencia a la cúpula de la conferencia episcopal norteamericana, presidida por el cardenal Daniel DiNardo, arzobispo de Houston, quienes le informaron de sus planes para crear comisiones formadas mayoritariamente por laicos para investigar las denuncias contra obispos por esas materias, sin perjuicio de que sean denunciados a las autoridades civiles.
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