Valentín Fuster, el cardiólogo de las tres «m»

El ilustre cardiólogo reivindica la mentoría, el método y la moral como guías de su trayectoria vital en su discurso de investidura como Doctor Honoris Causa por la Universidad Alfonso X El Sabio

Valentín Fuster, en la ceremonia de investidura JOSÉ RAMÓN LADRA

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Puede que la genética le haya ayudado a tener esa personalidad curiosa sin la que resultaría imposible dedicarse a la ciencia. Pero el cardiólogo Valentín Fuster es hoy quien es gracias al caldo de cultivo en el que creció y se formó , una influencia externa que fue cincelándole como médico, científico y persona. Lo dijo este viernes en su discurso de investidura como Doctor Honoris Causa por la Universidad Alfonso X El Sabio (UAX).

Esta vez, Fuster no habló de la enfermedad cardiovascular ni de nuevos estudios que nos ayudarán a mejorar nuestra salud global . Contó su evolución vital, de cómo la mentoría, el método y la moral -tres «m»- han guiado su trayectoria profesional. «Yo soy un producto de mis mentores, tuve la suerte o la intuición de dejarme guiar». El primero fue el doctor Pedro Farreras, quien le animó a estudiar medicina y por el que se dedicó a la cardiología tras fallecer a los 49 años víctima de un infarto. Y tras él otros maestros que le impulsaron a formarse en grandes centros de investigación de Europa y Estados Unidos.

Moralidad y método

La segunda «m» importante en su vida ha sido el método , que le enseñaron los jesuitas en el colegio. Muestra de ese método es que cada semana vuela desde Nueva York a Madrid para visitar el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares que codirige junto al Instituto Cardiovascular del Hospital Mount Sinaí. «La gente me dice que estoy loco, pero es mi forma de funcionar. Tengo un método muy estricto, si tengo una conferencia cada semana a la misma hora, la mantengo pase lo que pase». Y, por último, Fuster se refirió a cómo su familia le enseñó a brindar su trabajo a la sociedad. Sin esa moral aprendida en el hogar , asegura, no estaría implicado en tantos proyectos que tienen como único fin luchar por un bien común.

La laudatio del acto corrió a cargo del cardiólogo Enrique Asín Cardiel , director de la Cátedra de Salud Cardiovascular de la UAX, quien ejerció como padrino del doctor Fuster . El acto estuvo presidido por la máxima autoridad de la UAX, Jesús Núñez Velázquez, y por el rector José Domínguez de Posada.

Máximos galardones

La investidura como honoris causa por la UAX se suma a la lista de los numerosos reconocimientos que aglutina Valentín Fuster. Entre ellos, cabe destacar que es el único cardiólogo que ha recibido los máximos galardones de investigación de las tres principales organizaciones internacionales de Cardiología: la Asociación Americana del Corazón (Medalla de Oro y Premio a la Investigación), el Colegio Americano de Cardiología (Leyendas vivas americanas de la Cardiología), Sociedad Europea de Cardiología (Medalla de Oro).

En mayo de 2014, su Majestad el Rey Emérito Juan Carlos I, otorgó al doctor Fuster el título de Marquesado de Fuster por sus «excepcionales e incesantes esfuerzos en su labor de investigación y su trabajo de divulgación educativa».

Doctor en Medicina por la Universidad de Barcelona, se trasladó a Estados Unidos donde continuó sus estudios. Fue profesor de Medicina y Enfermedades Cardiovasculares en la Escuela Médica Mayo de Minnesota y en 1982 en la Escuela Médica del Mount Sinai Hospital de Nueva York. De 1991 a 1994 fue catedrático de Medicina de la Escuela Médica de la Universidad de Harvard en Boston y jefe de Cardiología en el Hospital General de Massachusetts de Boston. En 1994, fue nombrado director del Instituto Cardiovascular del Mount Sinai Hospital . Ha publicado más de 1000 artículos científicos.

Su labor investigadora sobre el origen de los accidentes cardiovasculares, que ha contribuido a mejorar la prevención y el tratamiento de los pacientes por infarto cardíaco, fue reconocida en 1996 con el Premio Príncipe de Asturias a la Investigación y en junio de 2011, fue galardonado con el Grand Prix Scientifique del Instituto de Francia.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación