El descanso es una idea que hay que enfocar desde distintas perspectivas, afirman los expertos
El descanso es una idea que hay que enfocar desde distintas perspectivas, afirman los expertos - Fotolia

El truco para descansar sin necesidad de dormir

Un estudio revela que es posible conciliar la actividad física y el reposo

Madrid Actualizado: Guardar
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¿Es necesario dormir o estar sin hacer nada para descansar? Un estudio realizado por un equipo de neurólogos, sociólogos, artistas e historiadores ha revelado que dejar de realizar actividades extenuantes es importante, pero no es la única forma de relajarse.

De hecho, el informe afirma que se puede dar el caso de que una persona se quede dormida pero no descanse bien ya que no está reposando: «El descanso no es un estado natural –ha relatado la profesora Felicity Callard, de la Universidad de Durham (Inglaterra) a la BBC–, es una relación subjetiva que cada individuo establece con el concepto de relajación».

Callard explica que el descanso es una idea relativa, y que para poder entenderlo es necesario abordar el término desde diferentes perspectivas.

El problema, apunta, es que hay que considerarlo desde su aspecto económico e histórico, y además hay que tener en cuenta los registros fisiológicos que arrastra tras él.

La clave es encontrar una actividad que permita a la mente desconectar y relajarse. Por ejemplo, un artista sería capaz de encontrar placentera la actividad de pintar, por lo que supondría un descanso para él.

En este ámbito, hay opiniones de todo tipo. Para Michael Greaney, profesor de literatura de la universidad inglesa de Lancaster, la definición moderna del descanso está basada en la Biblia: «En el libro sagrado del cristianismo se hace referencia a la historia de la creación del mundo: Dios descansó al séptimo día. Se evidencia la idea de proporción de que el descanso tiene que ganarse», ha asegurado a la cadena británica.

Además, ha añadido que se trata «de un ciclo entre pasividad y actividad. El trabajo y el descanso se definen mutuamente».

Sin embargo, el concepto ha cambiado con el paso de los años. Por ejemplo, en la Edad Media tener tiempo para reposar era muy importante. En el siglo XX fue un bien preciado y escaso, y fue entonces cuando se desarrolló una serie de técnicas de relajación que tenían el objetivo de disminuir la tensión física y emocional.

Ahora, el descanso parece estar en riesgo, según el estudio. Greaney ha recordado que, en los últimos cinco años, varios autores han imaginado cómo sería un mundo en el que no se durmiera. La razón reside en que, para muchos, es posible conciliar el aspecto físico y el reposo.

«Cuando me ejercito, necesito menos tiempo para relajarme –ha asegurado–. Cada vez que hago un esfuerzo físico, siento que he logrado un objetivo. Eso que hace deje de pensar en aspectos de mi personalidad que cuestiono con frecuencia. Eso, para mí, es descanso.

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