Las tragaperras británicas bajan sus apuestas a 2 libras

El Gobierno de Reino Unido ha decidido poner límite a las máquinas tragaperras, consideradas por los últimos estudios como «la cocaína de los juegos de azar»

Varios jugadores del Aspers Casino, en Northampton (Reino Unido), en las máquinas tragaperras ABC

IVÁN ALONSO

Han aflorado en los últimos años y cada vez se ven más por las calles de Reino Unido. Las casas de apuestas son un negocio seguro en un país muy aficionado al juego. Ahora, estos establecimientos han visto como el Gobierno les asesta un duro golpe .

En su afán de luchar contra el aumento de personas con adicción al juego y tras un exhaustivo análisis, el Ejecutivo de Theresa May anunció ayer una medida que reducirá a 2 libras (2,2 euros) la apuesta máxima en las máquinas de juego electrónicas . En ellas -donde se puede jugar a la ruleta o a la típica tragaperras-, la gente podía apostar hasta ahora un máximo de 100 libras (114,5 euros) cada 20 segundos . Algo que, cuando entre en vigor esta nueva ley, los jugadores ya no podrán hacer.

El ministro de Cultura, Matt Hancock, defendía esta medida calificando a estas máquinas como «una plaga social muy grave» que «debe abordarse». Por eso, asegura Hancock, el deber del Gobierno es «proteger a la gente vulnerable» construyendo una «sociedad más justa».

Considerado como un problema muy grave en Gran Bretaña, el Ejecutivo se ha decidido a luchar contra él tras analizar varios estudios que catalogaban este tipo de máquinas como «la cocaína de los juegos de azar» y cuyo efecto es parecido al de la nicotina por su alto nivel de adicción.

«El problema del juego es que puede destruir vidas, familias y comunidades. Es correcto que tomemos medidas ahora para asegurar que hay una industria del juego responsable que protege a los más vulnerables de nuestra sociedad» explicaba la viceministra de Deportes, Tracy Crouch, para justificar la decisión.

Una medida que no ha gustado en la industria de las apuestas que acoge estas máquinas de juego . De acuerdo a las cifras publicadas por la Comisión de Juego, generan 1.800 millones de libras (2.000 millones de euros) en ingresos cada año y aportan más de 400 millones (458 millones de euros) a las arcas del Estado en forma de impuestos. Algo que el Gobierno ha previsto y que obtendrá de subir otro tipo de impuestos relacionados con los juegos de azar.

Todas las empresas relacionadas con este sector se han manifestado en contra de esta nueva ley que puede hacerles «recortar», según ellas, miles de empleos. El consejero delegado de la firma de apuestas William Hill, Philip Bowcock, señala que esta decisión puede tener un impacto devastador en el sector del juego de azar. Esta firma, que tiene casi 1.000 establecimientos en los que se pueden utilizar este tipo de máquinas, se desplomaba ayer en Bolsa.

Alegan que la medida puede ser represiva e ir en contra de los derechos fundamentales de las personas. Creen que lo que está en juego no son solo los empleos y los ingresos en forma de impuestos para el Gobierno, sino el principio de que, en una sociedad libre, los adultos plenamente informados deberían poder gastar su dinero libremente , siempre que no perjudique a los demás.

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