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El número de muertos se eleva por primera vez desde 2003

Tráfico solo perfilará el carné por puntos, pero no endurecerá las sanciones

La DGT ultima un plan de choque para reducir los accidentes y en tres meses presentará una «profunda» revisión de la estrategia de seguridad vial

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Gregorio Serrano, el nuevo director general de Tráfico, no da más detalle del plan de choque que durante este mes está ultimando para llevarlo a su comparecencia, a petición propia, en la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados, que tendrá lugar el próximo febrero. El responsable de la DGT se cerró ayer a cal y canto para no adelantar ningún dato de esa «renovación» del carné por puntos que prepara y que no contemplará medidas expeditivas, como endurecer el régimen sancionador actual, sino que solo contendrá «pequeños retoques», avanzó. Tráfico prepara medidas urgentes para atajar la elevada velocidad y consumos abusivos al volante que han llevado, entre otras razones, a un saldo de 1.160 vidas pérdidas a lo largo de 2016, un 2,6% más que el año anterior.

Lo que sí dejó entrever el director general de Tráfico, en su comparecencia ante los medios para dar cuenta del balance de la siniestralidad vial que hubo en 2016, es que este plan inmediato «revisará cómo se forman y se reciclan los conductores» antes de saltar de nuevo a la carretera tras cometer una infracción grave. Cabe recordar que cuatro millones de españoles no aprenden al volante y reinciden tras una multa.

Serrano no quiso pronunciarse nuevamente sobre si está dispuesto a elevar la velocidad en autopistas y autovías de 120 a 130 km/h, pero, según fuentes consultadas por ABC, la velocidad será uno de los pivotes que se contemplarán no en el plan de choque inmediato, sino en la estrategia de seguridad vial que va a rediseñar el Gobierno para su presentación en un plazo no superior a tres meses.

De hecho, Serrano se reunió el lunes por la tarde con el ministro del ramo, Juan Ignacio Zoido, quien ha encargado a su paisano que rehaga en dicho plazo la estrategia actual, fechada en 2011, y que tiene vigencia hasta el año 2020, con carácter «profundo, amplio y extenso». En este segundo plan de actuación ya se abordará una reforma de los reglamentos de circulación, de vehículos y de conductores y la modificación de la ley de tráfico, con medidas de mayor calado.

Permiso permisivo

El responsable de Tráfico sí aclaró que no habrá retoques en la detracción de puntos y penalización judicial que rige en la actualidad en España, pese a que nuestro país tiene uno de los permisos de conducir más permisivos de Europa.

El carné por puntos será perfeccionado, en todo caso, porque según Tráfico el saldo de su década en vigor es a todas luces, positivo. De hecho, en la serie histórica se muestra cómo los «años negros» del historial en carretera comprenden de 1983 a 1989, cuando se alcanzó el «techo histórico» de 5.940 víctimas mortales.

Desde los noventa se han registrado seis años de repunte de la siniestralidad mortal en la red vial española: 1995, 1997, 1998, 2000, 2003 y 2016, en tanto que en el periodo que va de 2003 a 2015 hubo descensos anuales consecutivos en la cifra de fallecidos, coincidiendo con la puesta en marcha del sistema de detracción de puntos, un nuevo régimen sancionador más efectivo y la reforma del Código Penal.

La alarma salta en 2014

Según los especialistas consultados, en 2014 saltó la primera señal de alarma y de cambio de tendencia, porque no se lograron las notables caídas de siniestralidad que se venían registrando durante toda la década anterior. No en vano, cada año bajaban entre 171 y 561 las personas muertas, mientras que en 2014 hubo 1.132 víctimas mortales, solo dos menos que el año anterior, y el estancamiento se perpetuó en 2015, con 1.131 muertos.

Serrano puso cifras a la siniestralidad vial del último ejercicio: murieron 29 personas más que el año anterior, aunque el balance aún no es definitivo, toda vez que se computan los accidentes mortales ocurridos en vías interurbanas y víctimas a las 24 horas de producirse el siniestro. Las definitivas incluirán las víctimas a 30 días de los accidentes, como adelantó un informe elaborado por Eurorap en diciembre, que elucubró con que 2016 culminaría con 1.169 muertos en la carretera. Los expertos de este organismo europeo pronosticaron que España rompería la tendencia a la baja en su siniestralidad vial y la fría estadística remontaría a datos de 2003.

Sin margen para el optimismo

El director de Tráfico no está contento. «No son los datos que hubiésemos querido comunicar, porque son muchas las familias rotas», dijo ayer, al tiempo que urgió, como las organizaciones centradas en la segurida vial, un pacto de Estado de todas las fuerzas políticas para contener el número de accidentes mortales. En 2016 se produjeron 1.038 siniestros con resultado de fallecido en la red viaria española, 15 más que el año anterior, y aunque al final se registraron descensos entre los usuarios fallecidos en furgonetas (once personas menos murieron en 2016 respecto al miso dato de 2015); diez muertes menos en el colectivo de los motoristas y seis menos en el de ciclomotoristas; aumentaron en turismos y de peatones.

También se detectó una leve mejoría en la estadística de muertos en ciudades, mientras que tres de cada cuatro personas perecieron en vías convencionales con calzada y de doble sentido de circulación. Tráfico subraya que España continúa siendo uno de los países del mundo con menor siniestralidad vial, con una tasa de 36 muertos por millón de habitantes (frente a la medida europea, que es de 52), pero lo cierto es que en los últimos tres años nuestro país ha pasado del cuarto mejor lugar de Europa al sexto, según el mismo informe de Eurorap.

También hay que contextualizar que la cifra de fallecidos final sigue a niveles de 1960, cuando hubo 1.300 muertos, pero el escenario de movilidad era diametralmente distinto: había un millón de vehículos circulando, por los 32 millones que integran el parque automovilístico del año 2016.

Shara Martín, directora de PONS Seguridad Vial, insta a que la estrategia global del Ministerio de Interior (y la DGT, dentro de él) debe contemplar medidas «sistémicas» que incidan en el primer factor de riesgo, la velocidad. «Hay que limitar a 90 km/h la velocidad en las carreteras convencionales, que congregan el mayor número de siniestros. En la ciudad hay que reducirla en todas las vías de único sentido a 30 km/h; hay muchas donde aún se circula a 50 km/h».

Martín añade a ABC: «Se necesita un Plan Nacional de la Motocicleta, que es uno de los usuarios más vulnerables, un plan de seguridad vial laboral, porque de enero a octubre pasados hubo 40 fallecidos en accidentes laborales de tráfico, un 60% más. Alguien debe liderar un pacto de Estado».

Desde el Real Automóvil de España-RACE coinciden en la urgencia del pacto para tomar medidas que reviertan el problema existente en las vías secundarias, ya que el 25% tienen un riesgo elevado de accidente. RACE se quejda de que el parque automovilístico está viejo (12 años, según el último dato de la patronal del automóvil Anfac), y las infraestructuras deterioradas.

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