Tráfico quiere reducir los atropellos de peatones en autopistas con una «sirena» amarilla sobre el coche

En 2018 dos de cada diez fallecidos en vías de gran capacidad (60 personas) estaban fuera de sus vehículos

El dispositivo llamado Help Flash es visible a un kilómetro de distancia ABC / Vídeo: Descienden los muertos en carretera por primera vez en cuatro años
Érika Montañés

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El Ministerio del Interior intenta averiguar por qué la señalización de accidentes y averías está suponiendo un problema , sobre todo, en autopistas y autovías donde el año pasado se computaron 303 personas fallecidas, 23 más que en el año anterior. El 20%de esta cifra eran peatones. Es el únido dato «negativo» de cuantos proporcionaron ayer el ministro responsable, Fernando Grande-Marlaska, y el director general de Tráfico, Pere Navarro, al hacer balance de la siniestralidad vial de 2018.

Lo que estos departamentos han detectado es que esas 60 personas muertas salen de su vehículo, pertrechados con el chaleco amarillo y cuando van a colocar el triángulo reglamentario, o están ya arreglando el desperfecto o a la espera de la asistencia en carretera, se ven sorprendidas por la muerte. Según ha podido saber este periódico, las medidas plausibles en las que trabaja Interior para reducir estos atropellos se concretarían en un dispositivo luminoso y de color amarillo auto colocado sobre el exterior del vehículo, o que quede estable sobre una superficie plana. Una especie de «sirena» imantada sobre el techo , con alimentación autónoma, alta visibilidad e ideada para los vehículos que estén estacionados o parados o circulen a un velocidad que no supere los 40 km/h mientras desempeñan una actividad o trabajo en la vía.

Visibilidad y velocidad

El 26% de los siniestros con resultado mortal ocurridos en 2018 se produjeron en vías de gran capacidad. Resulta preocupante que registren un volumen creciente de accidentes con fallecidos: en 2018 hubo un 3% más que el año 2017 y cinco puntos porcentuales más que en 2011. Para las vías secundarias, que concentran el 74% restante de los siniestros, la lucha se concentra no tanto en el incremento de la visibilidad cuando en la reducción de la velocidad, por lo que a finales de enero entrará en vigor el límite máximo de 90 km/h.

La «sirena» de color amarillo iría en coherencia con la Orden Ministerial PCI/810/2018, publicada en el BOE el pasado 31 de julio, que ordenaba la homogeneización del color azul como indicativo de alerta para todos los vehículos de emergencias y se les dio un plazo de dos años para que todos los que continuasen siguiendo la luz amarilla la cambiasen por la celeste.

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