Toxoplasmosis: prevención y cuidados

Es una enfermedad con impacto directo en la salud pública, ya que puede afectar a la mujer en el momento del embarazo.

Madrid Actualizado: Guardar
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Vivimos en una sociedad muy tecnificada con grandes adelantos y muchas más comodidades de las que vivieron nuestros padres e incluso nuestros abuelos, pero junto a estos progresos nos hemos vuelto fríos y deshumanizados. Tal vez por ello, el mundo de las mascotas (grandes o pequeñas) está creciendo de manera vertiginosa. ¿El motivo? Nos aportan el valor incomparable de su compañía, fidelidad y el cariño a toda prueba.

Junto a ellos está la figura del veterinario, él garantiza la salud de su animal de compañía y al mismo tiempo la suya propia y la de su familia, al ser este conocedor de las zoonosis, es decir para entendernos: de aquellas enfermedades de transmisión desde los animales al ser humano.Hoy vamos a hablar de una de ellas la Toxoplasmosis.

Por desgracia existen más como la tiña, sarna, quiste hidatídico, leptospirosis, Rabia, Salmonelosis, Brucelosis y otras, que trataremos de contar; pero ojo sin que cunda la alarma. Todas estas enfermedades pueden tener solución si se acude al veterinario y se cumplen las normas básicas para mantener a nuestra mascota feliz y lo más importante -tanto para ella como para los que conviven con ella- sana.

Tipo de riesgo

Al mencionar Toxoplasmosis, de inmediato las miradas se vuelven, casi de manera infalible, hacia el gato de la casa. Casi todo el mundo sabe que este puede estar implicado y se convirte inexorablemente en sospechoso. En palabras del doctor Javier Álvarez de la Villa, «los veterinarios intentamos aportar la suficiente información que elimine al cien por cien cualquier tipo de riesgo» - y añade- «Es cierto, que la especie felina actúa como huésped definitivo del agente productor denominado Toxoplasma gondii.

Este protozoo se desarrolla en los gatos y es en el intestino de nuestro gato donde completa su ciclo, que termina eliminando huevos (oocistos) con capacidad infestante». Estos huevos contaminarán las aguas, los campos de cultivo, los pastos, dando oportunidad a que roedores, aves, ovejas, cabras, cabras y cerdos se contaminen. En estos animales, el microbio invade su organismo. Se produce el contagio en el ser humano al ingerir carne poco cocinada. De hecho esta sería la principal vía de contagio y NO nuestro gato doméstico.

Lavar bien las verduras

Una segunda vía se establece con ingestión de verduras mal lavadas. La tercera vía sería por convivencia con un gato portador y eliminador. Esta última posibilidad, es normalmente la más remota, pero es necesario desactivarla al 100% . Su veterinario habitual conoce perfectamente el protocolo de actuación eliminando totalmente la desconfianza y miedo que normalmente aporta la desinformación.

Javier Álvarez de la Villa http://www.centroveterinariovictordelaserna.com/) comenta que no hay motivos para alarmas y que hay que seguir un protocolo: Primeramente se realiza la prueba de anticuerpos en el suero de nuestra mascota. Casi siempre los resultados serán normales... ¿El motivo? «nuestro felino no caza ratones, ni pájaros, ni come cucarachas, ni lombrices, ni su dueño le alimenta con carne cruda. Es decir, que al vivir en un piso y alimentarse de manera exclusiva de piensos y alimentos comerciales es de todo imposible que sea portador».

Otro caso es el gato que tiene acceso al jardín donde puede cazar o contactar con gatos vagabundos. En estas situaciones el peligro potencialmente es mayor y como queremos seguridad hay que acudir al veterinario para realizarle una prueba a modo de prevención. Si el gato está libre de la condición de portador, es decir, que no contiene y elimina toxoplasma será momento idóneo para evitarle todo aquello que le pueda contaminar que como sabemos, incluiría la predación (evitar que cace), el contacto con gatos vagabundos, el acceso a carnes y alimentos crudos.

Si por el contrario nos encontramos con un gato positivo, es necesario constatar mediante un análisis coprológico (estudio en el laboratorio de muestras fecales) si es eliminador de oocistos. En este último caso, nuestro veterinario consultado nos comenta que «se trataría de manera adecuada para convertirlo en una mascota segura. Como vemos, no siempre el gato es el culpable. De esta manera se evitarán muchos abandonos de nuestras, a veces injustamente estigmatizadas mascotas».

Huésped pero no culpable

Es cierto, que es el único húesped definitivo, pero eso no le convierte en absoluto en culpable pues la mayoría de las infestaciones acontecen como hemos visto por la ingestión de carnes que por costumbre se consumen al punto o poco hechas y de hortalizas mal procesadas o poco lavadas.

El gato al que se le ha hecho una analítica que permita comprobar la presencia de anticuerpos en sangre, alimentado de manera adecuada con comida (seca o húmeda de la que se vende en tiendas de mascotas y grandes superficies) y con hábitos adecuados es absolutamente inofensivo e inocuo como transmisor de la toxoplasmosis.

A modo de recordatorio...

Les recordamos una serie de puntos a modo de prevención:

-Laven bien las hortalizas, cocinen las carnes a altas temperaturas y tiempo suficiente.

-Alimente siempre a su gato con alimentos comerciales.

-Eviten la caza por parte de su gato

-Evite el contacto con gatos vagabundos pues desgraciadamente no están controlados por veterinarios y constituyen población de riesgo.

-Realice labores de jardinería con guantes y siempre lavarse las manos a conciencia.

-Cambie el arenero a diario pues antes de 24 horas los oocistos no son infestantes. Absténgase de realizar esta labor la mujer embarazada.

-Finalmente recuerde acudir a su veterinario y ante cualquier duda él le explicará todas estas informaciones, a fin de convivir con nuestras mascotas de manera totalmente segura

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