Toda la oposición clama contra la reapertura de Garoña y acusa a Rajoy de «jugar con fuego»

El informe del Consejo de Seguridad Nuclear para la apertura con condiciones de la central nuclear Santa María de Garoña ha hecho saltas chispas esta mañana en el Congreso de los Diputados.

PSOE, Ciudadanos y el PNV han salido en tromba a protestar contra las conclusiones del organismo regulador, al entender que anteponen los intereses de las eléctricas a la seguridad de los habitantes y que vienen dirigidas por el Gobierno. «Es una voluntad de hacer política utilizando al CSN que reclamamos que sea independiente, técnico y no tenga nada que ver con la vida política».

Todos ellos, junto a Unidos Podemos y ERC, han advertido al Ejecutivo de Mariano Rajoy con tono combativo, que otorgar viabilidad a una central sin que las empresas propietarias hayan realizado las inversiones de seguridad exigidas, es una línea roja que no debe traspasar.

Si lo hace tendrá que afrontar una elevada factura política. «Rajoy está jugando con fuego» y «nos tendrá enfrente», ha advertido la diputada socialista, Esther Peña. En términos similares la portavoz de Energía del grupo vasco, Idoia Sagastizabal, ha avisado a Moncloa de que su formación dará la batalla para que el Gobierno conteste negativamente al informe del CSN.

Para los grupos, la preocupación real que se deriva del informe del Consejo de Seguridad Nuclear no es tanto la reapertura de Garoña, que creen que no se llevará finalmente a cabo, sino su capacidad para sentar precedente en el debate sobre la vida útil de las centrales nucleares españolas. En los próximos años, caduca la prórroga de explotación de varias instalaciones atómicas que, teóricamente, deberían realizar importantes inversiones en seguridad si sus empresas propietarias quisieran mantenerlas operativas.

Y creen que las conclusiones del CSN lo que pretenden en realidad es allanar el camino para que estas centrales reciban prórrogas adicionales sin las exigencias que le fueron planteadas a Garoña y que llevaron a sus dueños a concluir que, de acometerlas, la instalación dejaría de ser rentable.

«No logramos entender que se de un visto positivo cuando no se han realizado las inversiones», destacó Peña en un argumento compartido tanto por Rodríguez como por Sagastizabal.

«Se está cumpliendo nuestro peor presagio, que el Gobierno está cosiendo una traje a medida de las eléctricas al abrir una alternativa para que el campo nuclear aumente contraponiéndose a la legalidad y las normas europeas», prosiguió la diputada socialista. De recibir la aprobación del Ejecutivo, el informe del CSN permitiría a las eléctricas mantener las centrales nucleares en funcionamiento sin invertir «ni un euro más», remachó.

Como primera medida, los socialistas preguntarán al Gobierno la próxima semana en el Pleno del Congreso qué decisiones adoptará tras el informe del CSN.