FOTOLIA

El suicidio de un representante farmacéutico reabre el debate sobre la «presión por vender» en la India

Una investigación del The New York Times saca a la luz los claroscuros de este competitivo mercado

-RANGÚN Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El pasado mes de julio, Ashish Awasthi, un vendedor de la farmacéutica Abbott, se arrojaba a las vías del tren en la localidad de Indore, capital del estado indio de Madhya Pradesh.

Su muerte podría ser haber sido una más en la memoria del olvido. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, la India cuenta con una de las mayores tasas de suicidio del mundo: 21,1 personas por cada 100.000 habitantes en 2012, última fecha estudio.

De igual modo, un análisis publicado por The Lancet muestra que la autolesión (donde se incluye el suicidio) es la primera causa de muerte en la India entre los jóvenes de entre 10 y 24 años, con 62.960 decesos de este tipo reportados en 2013.

Sin embargo, el bolsillo de Awasthisu escondía una historia más amplia.

«Voy a suicidarme porque no puedo cumplir con los objetivos de ventas de mi empresa y mi empresa me está presionando», rezaba su nota de suicidio.

Ahora, una investigación de seis meses del diario The New York Times denuncia que, ante la presión para obtener clientes en el competitivo mercado farmacéutico de la India, algunos responsables de Abbot instruyeron a sus empleados en lograr ventas a cualquier coste.

«Campos de salud»

El diario destaca los llamados «campos de salud», donde operarios realizaban pruebas sobre los pacientes (sin contar con licencia para ello) y así facilitar el negocio a los galenos, quienes posteriormente prescribirían medicamentos de Abbott. La compañía, por su parte, niega estos términos.

En la región, el pastel farmacéutico es más que apetitoso. De acuerdo a la consultora PwC, las compañías indias producen, por ejemplo, el 20% de los genéricos mundiales. Por ello, con cerca de 70.000 millones de dolares en medicamentos que perderán sus patentes en los próximos tres años, se abre una más que suculenta vía de negocio.

El coste es ya otra cuestión. Un estudio interno realizado la Federación de Asociaciones de médicos y representantes de ventas de la India (FMRAI) recoge más de 200 muertes prematuras, como suicidios o ataques al corazón, en los últimos 13 años por parte de sus miembros.

La mayor parte de fallecimientos se produjeron en el tramo de edad entre los 20-30 años y, a menudo, en la última semana del mes.

Ashish Awasthi tenía 27 años y dos hijos.

Ver los comentarios