Un centro de la autoescuela Lara, en Madrid
Un centro de la autoescuela Lara, en Madrid - ISABEL PERMUY
Nuevo conflicto para la DGT

Sin examinadores para el carné de conducir: esperas para los alumnos de hasta cinco meses para la prueba

Se han fijado cupos de tan solo cuatro alumnos por profesor y cada autoescuela solo examina una vez al mes. Muchos dueños de autoescuelas denuncian que están abocados al cierre. Este miércoles protestarán a Tráfico

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Denuncian que hay autonomías, como Castilla-La Mancha, donde se espera hasta cinco meses para que un alumno pueda repetir un examen, suspendido, de conducir. La falta de examinadores de Tráfico provocó el año pasado una huelga que dejó «tirados» a cientos de alumnos durante más de treinta días y que se saldó con el compromiso por parte de la Dirección General de que publicaría las notas de los alumnos en su web. Este año, lejos de haberse solventado el déficit que esgrime padecer el colectivo de examinadores, son las autoescuelas las que, por efecto dominó, elevan la voz de protesta y quieren llevar su manifestación a las puertas de la Dirección General de Tráfico (DGT), según fuentes del sector consultadas por este periódico.

La falta de examinadores y el establecimiento de cupos de alumnos para los exámenes está ralentizando su aprendizaje, en primer lugar, y poniendo en peligro la propia siniestralidad vial, aducen desde el sector

Según las quejas de varias autoescuelas, a las que ha tenido acceso ABC, desde primeros de año y de forma casi continuada, la falta de examinadores está provocando un desconcierto en los exámenes de conducir, afectando directamente a todos los aspirantes a obtener cualquier permiso de conducción. Este problema está provocando un retraso sustancial en los aspirantes a obtener su permiso y un malestar a las autoescuelas, se quejan. Muchos alumnos preguntados, que necesitan examinarse, dicen no tener plaza y la razón que les dan las autoescuelas es que se ven abocadas al cierre debido a las limitaciones que impone la DGT.

Pone en riesgo la propia conducción del alumno

Y es que para organizar los exámenes, las autoescuelas han establecido cupos. No más de cuatro alumnos por coche, examinador y día. En la misma comunicación de las autoescuelas se advierte de que el efecto rebote es el de mayor concatenación de suspensos del alumno. ¿La razón? «Hay que advertir a la sociedad que, la imposición por parte de la administración de examinar a solo cuatro alumnos por profesor, y el intervalo de tiempo entre exámenes, provoca el aumento de suspensos. Los alumnos dejan de dar clases prácticas, solo lo hacen los dos o tres días previos al examen, y en el caso de tener que repetir el examen por haber obtenido un “no apto”, el intervalo puede superar los dos meses, lo que conlleva un retroceso en su proceso de aprendizaje».

Javier Lara, gerente de Autoescuela Lara (con 43 años de experiencia en la Comunidad de Madrid), sí pone voz al descontento generalizado en el sector. Explica que «este caos es perjudicial para todos los interesados, tanto alumnos como autoescuelas y examinadores, ya que durante los exámenes prácticos se percibe una formación muy inferior a cuando los alumnos tenían exámenes con mayor asiduidad». «Con tanto tiempo entre exámenes y sin tener una programación adecuada, no se puede planificar la enseñanza», complementa.

Aduce también que las autoescuelas son piezas fundamentales en la formación de conductores, siendo la base del proceso de enseñanza y del buen aprendizaje. Lara cree que se ha de luchar «entre todos para que, de una vez por todas, la siniestralidad sea cero, pero con los problemas y trabas que se ponen en la formación, se hace cada vez más difícil este objetivo. Aun así, no pararemos hasta convertir en 0 el número de accidentes de tráfico».

En un mensaje al nuevo responsable de Tráfico, Gregorio Serrano, Alberto Munilla, el presidente de Apeam (Asociación de Pequeños Empresarios de Autoescuelas de Madrid), mantiene que «en los últimos tiempos se han producido múltiples jubilaciones y bajas por parte de los examinadores que no han sido cubiertas. La solución pasaría por otorgar horas extras a los examinadores en activo, además de la entrada de nuevos funcionarios o personal laboral para desempeñar esta función». En varias autoescuelas indican a este periódico que hay miembros de la plantilla que han tenido que reforzar las clases a los alumnos, para encontrarse después con que no hay fechas para que los estudiantes que suspendan puedan repetir examen con celeridad y no mitigar su proceso de aprendizaje, indica una de las alumnas, María Ochavo, a la espera de su tercer examen de la prueba práctica.

En comunidades como la manchega, la cuestión roza el «drama», alegan fuentes del sector, mientras en provincias como Teruel hay un solo examinador de Tráfico cubriendo toda la provincia.

Si no se buscan soluciones, las autoescuelas de Madrid están dispuestas a realizar paros y concentraciones debidamente autorizadas frente a la Dirección General de Trafico, alegan.

Por último, desde el sector indican que esta falta de examinadores está afectando directamente a muchos centros de formación vial, y los está llevando, sin remisión, a un cierre definitivo de sus empresas, ya que no son viables con esta escasez impuesta por la propia administración.

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