Lo que hay que saber para utilizar un dron

La norma es, para el uso lúdico, mucho más laxa que la que se exige a las empresas que utilizan esas aeronaves para trabajos aéreos

MADRID Actualizado: Guardar
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  1. No es necesario una titulación

    El uso lúdico de un dron no requiere una titulación de piloto ni registrar el aparato ante la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), según explica a ABC Daniel Bayón CEO de Juguetrónica. Sí es necesario, en cambio, si se va a utilizar con fines profesionales.

  2. No se puede usar en zonas urbanas

    La AESA ha publicado recientemente una serie de recomendaciones que deben de seguir estos usuarios. No volar de noche, ni sobre zonas pobladas o en las que haya personas como parques, playas, conciertos, bodas, procesiones, etc.

  3. Solo en zonas adecuadas

    Solo se puede volar drones en zonas adecuadas para ello. Por ejemplo, zonas de vuelo de aeromodelismo, zonas despobladas, etc.

  4. Siempre a la vista

    La aeronave tampoco puede ascender a más de 120 metros y el piloto siempre tiene que tenerlo a la vista y no poner en peligro a tercerlos.

  5. El piloto, responsable de los daños

    La AESA recuerda que un dron no es un juguete si no una aeronave, que exige un uso prudente. El piloto responderá de los daños que pueda causar.

  6. Multas por uso indebido

    El manual de recomendaciones de la AESA se considera suficiente para sancionar a un infractor que incumpla estas normas. La norma es, para el uso lúdico, mucho más laxa que la que se exige a las empresas que utilizan esas aeronaves para trabajos aéreos. En este sentido, la agencia recuerda que el uso imprudente de un dron puede tener consecuencias, ya que las sanciones por no cumplir la normativa pueden alcanzar los 225.000 euros en función de la gravedad de los hechos.

  7. Expedientes sancionadores

    Desde la entrada en vigor de la ley, en el mes de octubre de 2014, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea ha abierto 24 expedientes sancionadores que suman un importe total de 185.000 euros, y las dos causas mayoritarias es no ser un operador habilitado-en el caso de drones usados con fines profesionales o comerciales- y el sobrevuelo de zonas no permitidas. En el caso de los particulares las multas impuestas oscilan entre trescientos y dos mil euros.

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