Un mal ambiente puede desembocar en problemas mentales, insatisfacción y, sobre todo, en la pérdida de productividad
Un mal ambiente puede desembocar en problemas mentales, insatisfacción y, sobre todo, en la pérdida de productividad - MARTA BECERRA

El «mal rollo» se contagia en el trabajo

Un estudio concluye que los comportamientos rudos, como apropiarse los méritos de otro, extender rumores o no ayudar a los compañeros, tienden a ser imitados y a acabar con el buen ambiente del puesto laboral

MADRID Actualizado: Guardar
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Tres psicólogos de la universidad de Lund, en Suecia, han llegado a la conclusión de que las «borderías» y los comportamientos groseros son un problema realmente grave en el ambiente laboral.

Según su estudio, publicado en « BioMed Research International», la rudeza es una de las principales razones para la insatisfacción en el puesto de trabajo, y más cuando esa situación se prolonga en el tiempo. En su estudio, definen esta rudeza como todos los comportamientos que pasan desapercibidos a los mecanismos de control y que de alguna forma violan las normas de respeto mutuo. Estos puede incluir comportamientos muy diversos, como son el ocultarle a alguien cierta información o no prestarle ayuda, «olvidar» invitar a una persona a algún evento social, diseminar rumores, enviar correos malintencionados, colgarse el mérito del trabajo de un compañero o no reconocer el trabajo de los subordinados.

«Se trata de comportamientos que no están regulados por ninguna legilación, pero que pueden tener consecuencias considerables y llevar al "bullying" (acoso) si se permite que continúen», dice Eva Torkelson, la primera autora del estudio e investigadora en el « Swedish Research Council for Health, Working Life and Welfare». Según dice, mientras que el fenómeno del acoso en el trabajo está muy bien documentado, no ocurre lo mismo con la rudeza que lleva al acoso.

Sorprendentemetne, los investigadores concluyeron que la causa más común para actuar rudamente es la tendencia a imitar el comportamiento de los compañeros.

Los malos son más «populares»

«Aquellos que se comportan rudamente en el puesto de trabajo tienen más apoyo social, lo que seguramente les hace tener menos miedo a posibles reacciones negativas de sus jefes o compañeros a causa de su comportamiento», dice Martin Bäckström, otro de los investigadores.

Por esta tendencia a imitar el comportamiento de otros, los investigadores alertan de que existe un riesgo de que se entre en un círculo vicioso de considerables consecuencias para todo el puesto de trabajo. De hecho, los psicólogos señalan que investigaciones previas apuntan a la aparición de enfermedades mentales, insatisfacción laboral, pérdida de eficiencia, disminución de la lealtad, y la aparición de nuevos conflictos y ganas de buscar trabajo en cualquier otro lugar.

En total, el 75 por ciento de los 6.000 encuestados en este estudio afirmaron que habían sufrido este tipo de «maldad» al menos una o dos veces en el último año. ¿Cuál es la solución entonces?

Según Eva Torkelson, es importante entrenar al personal: «Cuando la gente se da cuenta de las consecuencias reales de la rudeza, sus ojos se suelen abrir», dice. «Y, por supuesto, la mayor parte de la gente no quiere contribuir a que su puesto de trabajo sea peor».

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