La Reina Sofía habla con la Madre Teresa de Calcuta durante la inauguración de una residencia para ancianos, la primera de la orden de la Madre Teresa en Madrid
 La Reina Sofía habla con la Madre Teresa de Calcuta durante la inauguración de una residencia para ancianos, la primera de la orden de la Madre Teresa en Madrid - JAIME PATO

La Reina Sofía representa a España en la canonización de la Madre Teresa

La «santa de los pobres» la admiraba y agradecía su ayuda

Ciudad del Vaticano Actualizado: Guardar
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En la primera fila de autoridades que hoy asisten a la canonización hay muchos admiradores de la Madre Teresa, pero también una persona que la nueva santa admiraba «por su sencillez»: Su Majestad la Reina Doña Sofía, quien encabeza la delegación española de la que también forman parte la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo.

Muy pocas personas saben que el 24 de junio de 1980 la Reina tomó la iniciativa para ir a saludar y conocer a la Madre Teresa durante una de sus visitas a Madrid, y que a partir de entonces se vieron muchas veces en público y en privado.

El biógrafo de la «santa de los pobres», José Luis González –Balado, que la llevó a continuación en su Seat 127 amarillo

hasta la modestísima casa donde se alojaba en Leganés, recuerda que la Madre Teresa le comentó su admiración «por la sencillez» de Doña Sofía.

Así comenzaba una larga de amistad que resultó visible en 1986 cuando la Reina acompañó a la Madre Teresa en la inauguración de un centro de acogida de ancianos e indigentes en Leganés o, al año siguiente, en la inauguración del X Congreso Internacional de la Familia en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Madrid.

Entre las autoridades que hoy asisten a la canonización, muy pocas han visitado como Doña Sofía la casa de moribundos «Kaligat» de Calcuta, o han acudido a esa ciudad en 1997 para participar en sus exequias.

Años más tarde, durante un viaje a Camboya, la Reina comentó a algunos periodistas -incluida Almudena Martínez-Fornés de ABC- que la Madre Teresa era una de los dos personas que más le habían marcado en la vida junto con el inventor de los microcréditos, Muhammad Yunnus.

Su conocimiento personal de la fundadora de las Misioneras de la Caridad le llevaba a pensar que «por su forma de ser, tan sencilla, no le habría gustado el funeral que le oficiaron» en 1997, con muchos elementos de homenaje de Estado a la persona más famosa de la India.

La Madre Teresa y España

La Madre Teresa visitó España en cinco ocasiones. La primera vez, en 1976, dejó una huella profunda en muchas personas. El 4 de junio, José Luis Martín Descalzo confesaba en las páginas de ABC, que «en todos mis años de periodista no he asistido jamás a una rueda de prensa más conmovedora».

A las preguntas teóricas y generales, la santa daba respuestas prácticas y directas como: «La Iglesia somos todos, usted y yo. El problema no es que hayamos olvidado el amor, sino que no conocemos a los que sufren. El conocimiento de la pobreza lleva al amor, el amor lleva al servicio». Por proponía «que cada uno intente conocer a los pobres que le rodean, los que hay en su casa o en su barrio».

En aquel momento había solo una española entre las seguidoras de Madre Teresa, y ninguna actividad en nuestro país. Pero aquel viaje fue una semilla eficacísima de la que surgirían muchas misioneras y muchas personas que se han sumado a la tarea de ayudar a los pobres y enfermos, casi siempre en privado pero a veces en público.

Además de acompañar a la Madre Teresa en las inauguraciones de 1986 y 1987, Su Majestad la Reina recibió en audiencia en 1995 a las Misioneras de la Caridad, y las visitó en su casa de Madrid en 1997 al regreso de las exequias de la santa.

Por otra parte, la Fundación Reina Sofía, que Su Majestad preside, continúa colaborando con las tareas que las religiosas del sari blanco y azul realizan en nuestro país.

Son también pocas las personas informadas de que todos esos saris se fabrican en una residencia y fábrica textil de Titagarh, a veinte kilómetros de Calcuta, donde trabajan más de cuatrocientos leprosas y leprosos acogidos por las Misioneras de la Caridad.

Para los enfermos es un honor vestir a las 5.500 misioneras repartidas por 130 países de todo el mundo, incluido Yemen, donde cuatro de ellas sufrieron el martirio el 4 de marzo de este año.

Vestían a la Madre Teresa y visten a su segunda sucesora, la hermana Mary «Prema», el nombre que le dio la santa y que significa «amor» en sánscrito.

Además de la presidenta del Congreso y el ministro de Exteriores, la delegación española incluye al secretario de Estado para la Unión Europea, Fernando Eguidazu, y el embajador de nuestro país ante la Santa Sede, Eduardo Gutiérrez Sáenz de Buruaga. Junto con ellos, muchos otros españoles estarán hoy entre la inmensa multitud en la plaza de San Pedro.