Polémica sentencia en Portugal porque un juez justifica la violencia machista si hay adulterio

Un juez de Oporto falla a favor del marido, porque su mujer tenía un amante: «En la Biblia, podemos leer que la mujer adúltera debe ser castigada con la muerte»

Una víctima de malos tratos ABC

FRANCISCO CHACÓN

Una sentencia del Tribunal de Apelación de Oporto está causando una oleada de indignación en Portugal porque justifica la violencia doméstica ejercida contra una mujer por parte de su ex marido y de su antiguo amante basándose en que ella había cometido adulterio.

Los argumentos del juez hablan por sí mismos para disculpar a los dos hombres: «El adulterio de la mujer es un gravísimo atentado al honor y la dignidad del hombre. Existen sociedades en las que la mujer adúltera es lapidada hasta la muerte. En la Biblia, podemos leer que la mujer adúltera debe ser castigada con la muerte ».

«Retrógrado», «patriarcal» y «machista» son los calificativos más suaves que se extienden a lo largo de todo el país en relación al veredicto. La polémica y el estupor están servidos.

El fallo se produjo el pasado 11 de octubre, pero salió a la luz este lunes 23, antesala para que las asociaciones feministas se levantaran en pie de guerra, incrédulas ante semejantes explicaciones a los malos tratos.

Igualmente, se alzan las voces discordantes desde el ámbito de los juristas. Otra prueba más de que la controversia no ha hecho más que arrancar.

El caso es que en ningún momento queda en entredicho la existencia de los arrebatos violentos contra la mujer en cuestión, hasta el punto de que se condena al ex marido y al ex amante a cumplir pena de cárcel. Pero, a continuación, el juez deja en suspenso la aplicación del castigo.

Los hechos acontecieron dos años atrás. La víctima presentó su denuncia judicial en las dependencias del Tribunal de Felgueiras cuando ya había cortado relaciones tanto con quien fue su esposo como con el hombre al que se vinculó posteriormente.

Ella se decidió a presentar una demanda porque sufrió diversas agresiones con un mazo que incluso tenía clavos. Y el amante la llegó a secuestrar porque pretendía reanudar los encuentros sexuales con la afectada.

Las citas con este segundo individuo, residente en la vecina localidad de Marco de Canaveses, se iniciaron mientras la mujer aún estaba casada.

Desde el instante que optó por finalizar su «affaire» con el amante, la víctima comenzó a observar que la acosaba a través de insistentes mensajes de teléfono.

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