París, sin conciertos ni fuegos artificiales de fin de año

El gobierno de Emmanuel Macron, el Consejo científico que lo asesora y la Alcaldía de París, entre otros muchos consistorios en toda Francia, anuncian «medidas restrictivas significativas» para la la celebración del fin de año.

Jean Castex, primer ministro, comenzó por enviar una circular de urgencia todos los prefectos de Francia (representantes del Estado en departamentos y regiones), pidiéndoles la prohibición de puestos artificiales y fiestas callejeras.

Desde la óptica gubernamental, Navidad puede pasar «razonablemente bien si se evitan las reuniones familiares multitudinarias»; pero se temen los desbordamientos callejeros de fin de año.

El Ayuntamiento de París se apresuró a anunciar la supresión de los famosos fuegos artificiales en la explanada que rodea la Torre Eiffel. También han sido suspendidos todos los conciertos de fin de año previstos en la capital. Al mismo tiempo, alcaldía y prefectura de la capital han confirmado la 'bunkerización' de los Campos Elíseos, la gran avenida nacional, con un despliegue aparatoso de fuerzas del orden, policías, gendarmes, y algunas unidades militares.

El Comité científico que asesora al gobierno ha decidido hacer públicas algunas de sus recomendaciones: «Deben tomarse medidas restrictivas significativas, deben limitarse actividades colectivas, incluso deben aplicarse toques de queda locales o regionales, a la vista de la propagación de las nuevas variedades del virus».

El Comité científico insiste en otro punto, capital: «Es imprescindible la disciplina colectiva. Se impone la responsabilidad individual más estricta. Deben limitarse al mínimo las reuniones colectivas. Deben limitarse las salidas individuales. La vacunación es más urgente que nunca. El Gobierno debe imponer restricciones , pero el comportamiento individual es sencillamente capital para poder combatir la pandemia».