El Papa pide a legisladores de todo el mundo velar por «el uso de la tecnología para el bien común»
Afirma que «no se trata de frenar el progreso tecnológico sino de proteger la dignidad humana amenazada»
En un encuentro con parlamentarios católicos de los cinco continentes, el Papa Francisco ha señalado este miércoles que « uno de los mayores desafíos de nuestra época es administrar el uso de la tecnología para el bien común ».
Según el Santo Padre, «no se trata de frenar el progreso tecnológico, sino de proteger la dignidad humana amenazada ». Como ejemplos cotidianos de abusos con medios tecnológicos ha citado «la plaga de la pedopornografía, la explotación de los datos personales, los ataques informáticos a infraestructuras críticas como los hospitales, las falsedades difundidas a través de las redes sociales, etc.»
Con toda sencillez, el Papa ha iniciado su encuentro con los miembros de la Red Internacional de Legisladores Católicos (ICLN por sus siglas en inglés) disculpándose «por no dirigiros la palabra de pie, pero estoy todavía en periodo postoperatorio y debo hacerlo sentado».
La Red fue creada en 2010 por iniciativa sobre todo de parlamentarios europeos. Entre sus miembros figuran algunos que se han ido radicalizando en líneas de nacionalismo como el primer ministro húngaro, Viktor Orban, quien no ha participado en la audiencia en el Vaticano pero acompañará al presidente de su país en un breve encuentro con el Papa en Budapest el próximo 12 de septiembre.
«¿Qué llamada puede haber más alta que la de servir al bien común y dar prioridad al bienestar de todos en lugar de los intereses personales?»
Francisco ha reconocido que «en una época de polarización política, los parlamentarios y los políticos en general no gozan siempre de gran estima» , pero al mismo tiempo les ha recordado la dignidad de su tarea: «¿Qué llamada puede haber más alta que la de servir al bien común y dar prioridad al bienestar de todos en lugar de los intereses personales?».
El Papa ha recordado que, a nivel global, la pandemia no está controlada sino que «queda mucho trabajo por hacer» en cuanto a vacunación cuando se cuentan ya «cuatro millones de muertos por esta plaga terrible que ha causado, además, tanta ruina económica y social».
Al mismo tiempo, ha invitado a los parlamentarios a «afrontar los problemas de fondo que la crisis ha sacado a la luz y agravado: la pobreza, la desigualdad social, el desempleo y la falta de acceso a la educación».
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