El Papa invita a «perdonar al vecino, al compañero, a la suegra, la cuñada…» en el Año de la Misericordia

En un ambiente de alegría navideña, el Papa Francisco ha afirmado el miércoles que el Jubileo de la Misericordia y el perdón “no debe quedarse en buenas palabras, sino realizarse en la vida cotidiana: amar y perdonar como Dios ama y perdona”.

Ante decenas de miles de fieles que asistían a la audiencia general en la plaza de San Pedro, el Santo Padre abandonó el texto escrito para añadir ejemplos concretos: hay que perdonar «al vecino, al compañero de trabajo, a la suegra, a la cuñada…».

Reconoció que «es difícil, y muchas veces he oído: padre, a esa persona no puedo ni verla, la odio; pero un día he pedido al Señor perdón de mis pecados, y después he perdonado a esa persona».

Francisco invitó a atravesar la Puerta Santa de cada catedral pues «el Jubileo de la Misericordia se celebra en todo el mundo y no solo en Roma para que todos puedan participar».

Recordando que «Jesús no vino a juzgar sino a perdonar», aconsejó «estar atentos, por si hay algún listillo que os diga que se debe pagar. ¡La salvación no se compra! ¡La puerta es Jesús, y es gratis!».

Añadió también que «el sacramento de la confesión personal es un signo importante del Jubileo, pues es la experiencia directa de su misericordia. Dios comprende nuestros límites y contradicciones. Cuando los reconocemos ¡hay fiesta en el cielo!».

Aunque la jornada era fría, tanto los fieles como el Papa estaban muy contentos y animados. Algunos participantes en la audiencia general aprovecharon para felicitarle con un día de adelanto, pues cumple 79 años el jueves.

El Papa no lo festeja con ninguna celebración especial, pero agradece las felicitaciones de los fieles al acabar la misa de las siete de la mañana en Casa Santa Marta y, sobre todo, agradece las oraciones, que pide siempre al término de cada encuentro.