El Papa encomienda a la Virgen «las familias que sacan adelante la sociedad con su esfuerzo diario»
Presentó la ofrenda floral ante la Inmaculada de la Plaza de España
Actualizado: GuardarEn un acto muy sencillo que marca el comienzo de la temporada de Navidad en Roma, el Papa Francisco ha presentado una bellísima ofrenda de flores ante el monumento a la Inmaculada en la Plaza de España, y ha encomendado especialmente a la Virgen «las familias que sacan adelante la sociedad con su esfuerzo diario escondido».
En su breve y poética plegaria, el Santo Padre ha encomendado a la Madre de Dios «todos los trabajadores, hombres y mujeres, especialmente los que realizan por necesidad un trabajo indigno y los que han perdido el empleo o no consiguen encontrarlo».
Bajo la luz ya tenue del atardecer, Francisco ha manifestado a la Virgen que «necesitamos tu mirada inmaculada para recuperar la capacidad de mirar a las personas y las cosas con respeto y reconocimiento».
Ha pedido también «saber amar de manera gratuita» y aprender a «acariciar con ternura, tocando la carne de Jesús en los hermanos pobres, enfermos y despreciado».
Como ya es habitual, al terminar la oración y la ofrenda de un gran centro de rosas amarillas, el Papa ha dedicado un tiempo mucho mayor a saludar, acariciar y bendecir, una a una, a docenas de personas enfermas en sillas de ruedas, en su mayoría mujeres ancianas o bien jóvenes con discapacidades neuromotoras.
Francisco iba saludando a cada persona sin prisa, intercambiando un apretón de manos o dos besos, haciéndole la señal de la cruz en la frente, recogiendo pequeñas cartas o regalos, subiendo alguna manta que había comenzado a resbalar sobre las rodillas o recibiendo abrazos de niños en un ambiente de total confianza y naturalidad.
Como el acto tiene lugar justo en la plaza de la Embajada de España ante la Santa Sede, el embajador español Eduardo Gutiérrez Sáenz de Buruaga y su esposa despidieron al Santo Padre, lo mismo que la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi.
Francisco se subió a su pequeño automóvil utilitario azul para desplazarse a la basílica de Santa María Mayor y rezar allí ante la imagen de María «Auxilio del Pueblo Romano», que visita con mucha frecuencia y a la que acude siempre dos veces —a la salida y al regreso—, en cada viaje internacional.
La ofrenda floral a la Inmaculada marca el inicio de las fiestas. Como todos los años, la siguiente es la de la Virgen de Guadalupe, y el próximo 12 de diciembre el Papa celebrará la misa para toda la comunidad hispanoamericana de Roma en la basílica de San Pedro.
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