El Papa y los líderes religiosos mundiales almuerzan con víctimas de la guerra en Asís

Conmemoran el 30 aniversario de la primera plegaria interreligiosa por la paz convocada por san Juan Pablo II

Corresponsal en el Vaticano Actualizado: Guardar
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A su llegada al convento de San Francisco, en Asís, la mañana del martes, el Santo Padre ha dedicado más de una hora a saludar a medio millar de participantes en la plegaria interreligiosa por la paz que conmemora el 30 aniversario de la primera de toda la historia, convocada por san Juan Pablo II en 1986.

El Papa fue recibido en primer lugar por Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, el patriarca Efrén II de la Iglesia ortodoxa de Siria, el jefe de la Iglesia Anglicana, Justin Welby, y el historiador Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de San Egidio, organizadora del encuentro como heredera del «espíritu de Asís» y destacada promotora de la paz.

En un clima de gran simpatía, Francisco fue saludando uno a uno a los 26 representantes de la religión musulmana -entre los que figura el vicepresidente de la Universidad Al Azhar, centro teológico del Islam sunní-, un grupo de rabinos representantes de las comunidades judías en varios continentes, y líderes de todas las religiones mundiales desde el budismo o el hinduismo hasta el zoroastrismo y otras.

Pero la novedad fue el saludo a las 25 víctimas de la guerra y la presencia de doce refugiados en el almuerzo fraternal con los líderes religiosos. Entre los cardenales, situados al final, se encontraba el arzobispo emérito de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, participante en el congreso sobre la paz celebrado lunes y martes.

«No existe un dios de la guerra»

En la homilía de su misa de las siete de la mañana en Roma, el Papa había afirmado que «todos somos hijos de Dios, y Dios es el Dios de la paz. No existe un dios de la guerra: quien hace la guerra es el maligno, el diablo, que desea matar a todos».

Francisco había añadido que si bien «nosotros nos asustamos por cualquier acto de terrorismo, eso no es nada comparado con lo que sucede en países en guerra donde las bombas caen día y noche, matando a niños, ancianos, hombres y mujeres».

Entre los participantes al encuentro de Asís figura el gran imán de la mezquita «imperial» de Lahore, Pakistán, Muhammad Abdul Khabir Azad, amenazado de muerte por su defensa sistemática de los cristianos frente a actos de violencia desencadenados por fanáticos musulmanes.

Es una actitud heredada de su padre, que desempeñó el cargo de gran imán de esa mezquita durante treinta años. En cuanto estalla un episodio de intolerancia, Muhammad Abdul Khabir Azad se desplaza inmediatamente al lugar para enfrentarse a los violentos usando su autoridad religiosa.

Por desgracia, según ha comentado estos días en Asís, «las redes sociales pueden intoxicar las mentes de los jóvenes» con resultados desastrosos, lo cual hace necesario redoblar el esfuerzo de los líderes de la respectiva religión.

La tarde estará dedicada a los encuentros bilaterales del Papa con los líderes de las grandes religiones mundiales antes del inicio de una hora de oración por la paz en distintos lugares de la basílica, elegidos por los participantes. Los cristianos realizarán una plegaria ecuménica en la cripta de la basílica, junto a la tumba de san Francisco.

Después, en la ceremonia por la paz, intervendrán tanto las víctimas de la guerra como los líderes religiosos, quienes firmarán un llamamiento a la paz.

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