Pamplona despide a Manuel Erice, un «buscador de la verdad»
Tenía una visión «muy positiva» y «esperanzada» en el ser humano y en el futuro
Un vacío insondable se hizo ayer en una sala del cementerio de San José de Pamplona al correrse una cortina para ocultar el féretro con los restos de Manuel Erice Oronoz . Al otro lado de aquel simbólico telón, el gran periodista navarro afrontaba ya en solitario su último viaje. Solo unos días antes, viendo cercano el final de sus días, quiso regresar a la tierra que le había visto nacer y que llevaba cosida a su alma. Este domingo, a los 52 años, expiraba en la Clínica Universidad de Navarra tras año y medio de desigual lucha contra la enfermedad, a la que se enfrentó con admirable entereza y serenidad.
Cientos de personas le rindieron tributo ayer en un funeral en la iglesia de la Inmaculada de los Padres Jesuitas , el colegio donde estudió. El padre Carlos Fraile lo definió en su homilía como un hombre «inquieto, buscador de la verdad, preocupado por los problemas del mundo, amante de su tierra, excelente profesional y buena persona». El adiós a Erice fue, en palabras del religioso, «un canto a la alegría y la esperanza», basada en la visión de la persona que tenía Erice, « muy positiva » y «esperanzada» en el ser humano y en el futuro.
Entre los asistentes estuvieron la vicepresidenta de ABC, Soledad Luca de Tena, y el director del periódico, Bieito Rubido . La presidenta de la Comunidad Foral y compañera de promoción de Erice, Uxue Barkos, hizo llegar a la familia un mensaje de condolencia.
Manuel Erice deja atrás una vida intensa, aunque demasiado corta, consagrada a su gran pasión: el periodismo, que en su caso era prácticamente sinónimo de ABC. Tras sus primeros pasos en la capital navarra, s u vocación le llevó a desplazarse primero a Canarias y luego a Valladolid, Madrid y Washington.
Junto a sus hermanos Luis, Santi y Juan Mari; sus hijos Santiago y Marta, y la madre de sus hijos, May, acudieron a despedirle numerosas personas en las que dejó huella en sus diferentes destinos , desde periodistas y colaboradores a representantes de la Universidad de Navarra, donde estudió Ciencias de la Información .
Allí estaba su amigo de la infancia Fernando Hernández, compañero de clase en los jesuitas y luego en la carrera, y hoy redactor jefe de «Diario de Navarra». « Hacía lo posible por estar siempre en los sanfermines », recordaba a la salida del camposanto. También acudieron a darle su último adiós, entre otros muchos, Mayte Alcaraz, que esa mañana había conmovido a todos con su obituario en ABC; el actual delegado del periódico en Castilla y León, José Luis Martín; la politóloga Muni Jensen, quien colaboró con él en «Trump, el triunfo del showman», la disección del ascenso hasta la Casa Blanca del actual presidente estadounidense que obtuvo el Premio al Libro del Año 2017 de la Washington Academy of Political Arts and Sciences (WAPAS), y Cris Gabarrón, presidente de la Fundación Cristóbal Gabarrón.
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