Omella pide no hacer de la renuncia del obispo de Solsona «una novela morbosa»

Hace un llamamiento a los cristianos a «no doblegarse frente a una sociedad que promueve otros valores»

El cardenal Juan José Omella durante la presentación este jueves del plan pastoral de la Conferencia Episcopal Guillermo Navarro

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El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal de Barcelona, Juan José Omella, pidió este jueves «no hacer una novela morbosa» de la renuncia del obispo de Solsona, Xavier Novell, cuya salida se ha vinculado a una relación sentimental con una mujer y con prácticas exorcistas.

«Suele pasar que cuando no sabemos lo que ocurre nos inventamos mucho, pero hay que respetar la intimidad de las personas y las razones que cada uno tiene para tomar una determinada decisión y no hacer de eso una novela morbosa que provoque sufrimiento», comentó el prelado.

Tras la presentación del plan pastoral de la CEE para los próximos cuatro años, el prelado explicó que la noticia de la renuncia del obispo de Solsona le tomó por sorpresa. «No sabía nada. Comparto el dolor de su familia, de la diócesis de Solsona y de todo el episcopado catalán», afirmó el cardenal, quien comentó que ofreció al ya obispo emérito su «apoyo y ayuda».

Durante su intervención ante los directores de las distintas comisiones de la Conferencia Episcopal, el cardenal hizo un llamamiento a todos los cristianos a «no doblegarse» ante una sociedad que promueve «otro tipo de valores muy alejados del Evangelio» . «Tenemos que ser valientes y decir lo que pensamos y reconciliarnos con la propia historia», señaló.

Uno de los grandes retos que plantea el plan pastoral presentado este jueves por Omella es el de «la evangelización en medio de una sociedad que vive de espaldas a Dios». «No podemos estar todo el día diciendo que todo va mal. Debemos insistir en cómo arreglar esta sociedad en la que vivimos y no tener miedo a ser una Iglesia misionera y en salida. En eso estamos», apuntó.

Agenda legislativa del Gobierno

En las Orientaciones Pastorales y líneas de acción para el quinquenio 2021-25 --publicado el pasado mes de agosto--, los obispos hacen un duro y detallado diagnóstico sobre la realidad política y social de España después de año y medio de pandemia y de una agenda de Gobierno que ha alentado la crispación y el enfrentamiento. Incluso llegan a advertir sobre «un resurgir artificial de 'las dos Españas'.

En el documento, los prelados también denuncian que España atraviesa una crisis institucional y democrática «abonada por las iniciativas legislativas» del Gobierno de coalición.

Desde la llegada del PSOE y Podemos al poder en enero de 2020, se ha acelerado el calendario ideológico del Ejecutivo. En plena pandemia, el Gobierno ha conseguido legislar sin ningún tipo de diálogo social y sin consultar con los correspondientes comité de expertos sobre «la educación y la eutanasia». En trámite se encuentran además «la reforma del aborto o la ley de memoria democrática» , mientras que sigue atascada la renovación del «Consejo General del Poder Judicial». Para los obispos todas estas iniciativas «ponen en riesgo la libertad y dificulta la imprescindible unidad, tan necesaria en plena crisis sanitaria y en los albores de una crisis económica de consecuencias sociales impredecibles».

Ante ese panorama, Omella recordó este jueves que el «diálogo entre el Gobierno, la sociedad y las instituciones es fundamental». «Es muy importante y así se lo hago saber siempre al Gobierno en los contactos que he podido tener porque esto no siempre se ha hecho», aseguró el prelado, que puso como ejemplo la tramitación de la Lomloe (Ley orgánica de modificación de la LOE).

Reunión con la ministra de Educación

El cardenal aseguró que está prevista para el inicio de curso una reunión con la nueva ministra de Educación, Pilar Alegría, para tratar la nueva ley de educación. «Parece que ahora el Gobierno ha recogido esta inquietud y vamos ver si logramos mantener ese diálogo que es importante. Diálogo quiere decir escuchar, a veces uno cede y el otro tiene lo que quiere pero con el objetivo del bien común, nunca imponiendo», afirmó.

No es la primera vez que el presidente de la Conferencia Episcopal reclama al Gobierno un mayor entendimiento con las instituciones a la hora de llevar adelante su agenda legislativa. Ya lo hizo personalmente en agosto durante su reunión con el ministro de Presidencia, Félix Bolaños.

El toque de atención no parece haber sentado ni entonces ni ahora del todo bien al Ejecutivo. Precisamente este jueves Bolaños anunció en el Congreso de los Diputados que «a partir de este mes, y de manera consensuada con la Iglesia Católica», el Gobierno retomará «los trabajos de las subcomisiones creadas para tratar asuntos como la situación de los bienes inmatriculados por la Iglesia Católica, el régimen tributario y la Obra Pía de Roma», informa Víctor Ruiz Almirón.

Desde hace aproximadamente un año, el Gobierno de coalición y la Conferencia Episcopal trabajan en una comisión mixta sobre diversos aspectos que interesan sobre todo al Ejecutivo de Sánchez. Entre ellos, figura la reforma fiscal o los bienes inmatriculados de la Iglesia. La Conferencia Episcopal ha reclamado en varias oportunidades al Gobierno poder «dialogar» sobre otras cuestiones de peso, como la ley Celaá, la regulación de la eutanasia, la reforma del aborto, la ley de memoria democrática o la ley trans, pero no ha tenido éxito.

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