«No hay sensación de fracaso pero nos hubiera gustado rescatar al niño en pocas horas y vivo»

Un efectivo de los TEDAX cuenta sus sensaciones después del operativo de rescate de 14 días.

Están agotados. No dejan de repetirlo . Tienen los ojos rojos, la barba de dos, tres, cuatro o más bien trece días . Los trece días que transcurrieron desde que Julen , el pequeño de 2 años que cayó en un pozo en Totalán, fue rescatado sin vida en la madrugada de ayer, a la 1.25 de la madrugada.

Parte del inmenso equipo desplegado para el rescate del pequeño ultima los detalles para marchar a casa. Varios guardias civiles desayunan en un hotel de Rincón de la Victoria, el municipio ubicado a unos 13 kilómetros de Totalán, y comentan lo sucedido estos días.

Llega a la cafetería un efectivo de los TEDAX (Técnico Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos) y se restriega los ojos para vencer el sueño . «Me he puesto el despertador 11:30 pero llevo tiempo despierto», le comenta a sus compañeros. Pese al agotamiento, algunos ni siquiera han dormido aún.

Cuenta lo sucedido con la satisfacción del deber cumplido pero se vislumbra algo de tristeza. «Lógicamente nos hubiera gustado sacar al niño vivo y en pocas horas».

«Hemos colaborado con geólogos , bomberos y esas fieras que son los mineros», comenta orgulloso. «No hay sensación de fracaso ni mucho menos», asegura. Lo que sale de la boca de todos se vuelve un mantra: «ahora mismo, lo que se siente es mucho cansancio».