Los matrimonios con novias menores de edad suponen un tercio del total en Turquía

«Desgraciadamente hay 181.036 niñas novias en nuestro país». La cifra la ha dado Nuriye Kadan, abogada turca y defensora de los derechos de la mujer, durante una conferencia organizada para luchar contra esta lacra. En Turquía uno de cada tres matrimonios se celebra con una menor de edad, según refleja un instituto de estadística de la Universidad Hacettepe de Ankara.

Turquía elevó en 2002 la edad mínima para poder casarse a 17 años, aunque el Código Civil todavía contempla que niñas de 16 años puedan contraer matrimonio con el consentimiento de un tribunal bajo «circunstancias excepcionales». El límite de edad es el mismo para niños y niñas, pero como refleja la ONU en un informe de 2014, los matrimonios infantiles «continúan ocurriendo, y afectan predominantemente a niñas».

Según Kadan en 2012 «casi 20.000 padres» registraron solicitudes para casar «a sus hijas menores de 16 años».

Cifras ocultas

La abogada, que también forma parte del consejo administrativo del Colegio de Abogados de Izmir, añadió que la cifra de matrimonios con menores es quizá más alta todavía debido a que muchas celebraciones se realizan con la simple presencia de un imam y no se registran oficialmente. Además, también quiso remarcar durante el acto celebrado el pasado domingo la desigualdad existente entre la mujer y el hombre en la sociedad turca. «El 97,4% de los estudiantes que no continúan con sus estudios por razones maritales son mujeres».

Turquía firmó en 2011 la Convención del Consejo de Europa por la prevención de la violencia contra las mujeres. Este protocolo, según explicó en la conferencia el profesor de Derecho Mustafa Ruhan Erdem, señala que se debe considerar como «crimen» el matrimonio infantil. «El matrimonio forzado no debería dejarse sin castigo», añadió Erdem.

«Todos debemos compartir nuestra parte de responsabilidad para luchar contra los matrimonios infantiles. Tenemos que lanzar una amplia campaña para alertar de este problema», señaló, por su parte, la ex secretaria de estado turca Isilay Saygin.

Turquía es un país cultural y socialmente diverso. Mientras en Estambul, así como en otras grandes ciudades y en las provincias occidentales, bañadas por el Mediterráneo, la población es generalmente más progresista, en las zonas interiores de la península de Anatolia la sociedad es profundamente conservadora y la mujer se encuentra bajo mayor control del hombre.