Mary Beard: «La cultura se ha construido con la imagen de la mujer callada»

Para entender la desigualdad hay que remontarse al pasado, buscar las raíces, como Mary Beard que se ha sumergido en el arte y la literatura clásicas para encontrar los «constantes prejuicios contra las mujeres». «Tuve esta idea cuando leí con sorpresa que Telémaco, hijo adolescente de Penélope y Odiseo, le dice a su madre, una mujer increíble: ‘ cállate, madre . La palabra es cosa de hombres. ¡Vuelve a tu habitación!’ Y ella obedece. Pensé en ese momento que los hombres tienen miles de años diciéndoles a las mujeres inteligentes que se callen».

Catedrática de la Universidad de Cambridge y presentadora de la BBC, Beard comenzó a enhebrar las historias que forman la cultura occidental, representadas tanto en las pinturas como en las letras. «Sabemos que el silencio, el silencio forzoso, el fenómeno de no ser escuchado , es un elemento central de estar privado de poder. En este sentido, el arte y la literatura se han construido en torno a esa imagen de la mujer silenciosa, callada, víctima».

Sonriente, con el cabello largo blanco y rodeada de libros, Beard se muestra contundente: «Todo esto corrobora la idea preconcebida de que la mujer no comunica como el hombre, y el silencio la aleja de las estructuras de poder», dice la ganadora del premio Princesa de Asturias. «La representación de una mujer despojada de poder perdura en la esfera política actual».

La gran metáfora griega que representa la situación –antigua y moderna– de la mujer es el mito de Medusa. «Es un tema persistente, misógino contra aquella que cuestiona el poder del hombre», mantiene Beard. « La vi incluso en la campaña de Trump , donde un Perseo parecido a él exhibía la cabeza de una Medusa parecida a Hilary». Aun cuando tenga esa connotación negativa, Beard defiende la conservación del arte resguardado en pinacotecas y bibliotecas. «El mundo sería más pobre sin estas obras, pero sí tenemos que saber lo que están diciendo de nuestras propias culturas».

Beard es optimista. «Veremos cómo se deshace el triángulo de notoriedad, fama y poder masculinos como sinónimos de autoridad, y serán sustituidos por virtudes femeninas . Lo de representar el poder como un hombre que le corta la cabeza a una mujer se va a acabar».