Una marea blanca y roja recibe con las manos abiertas a San Fermín

Este viernes ha tenido lugar el chupinazo, que ha dado oficialmente comienzo a los sanfermines 2018

Jóvenes celebran el comienzo de los sanfermines 2018 Fabián Simón | Vídeo: EUROPA PRESS

María Alcaraz Mayor

Que el 6 de julio coincida en viernes ya presagiaba que multiplicaría el número de personas que asistirían al comienzo de los sanfermines 2018. Y así ha sido. Ni un alfiler entraba en la Plaza Consistorial de Pamplona mientras que Ibai Ganuza y Leire Zabalza, dos jóvenes, pertenecientes al grupo de música Motxila 21, formado mayoritariamente por personas con Síndrome de Down, daban el famoso chupinazo que abre paso a nueve días de fiesta en los que el vino corre por las calles, y por las venas, de locales y turistas que deciden ver con sus propios ojos esas fiestas de las que todo el mundo habla.

La, como siempre no exenta de polémica, decisión de que la ikurriña no ondeara junto al resto de banderas en el balcón de la Casa Consistorial, fue la excusa para que entre el tumulto de gente se desplegaran pancartas y banderas con todo tipo de reivindicaciones . «Qué pesados, siempre lo mismo, politizando nuestras fiestas» , se quejaba una joven en los momentos previos a las 12 del mediodía, cuando los empujones y el agobio han hecho gala en la plaza debido a la presión y a las peleas de los radicales.

«Deja de grabarme, a mí no me grabas», espetaban los protestantes a los pamploneses y a los turistas, que no entendían muy bien que estaba ocurriendo, mientras los grupos radicales llevaban a cabo sus propias trifulcas. La mayoría de los asistentes han decidido aislarse de toda polémica para levantar las manos, cantar y celebrar el día más grande de las fiestas de San Fermín. Al grito de Ibai y Leire de: «Pamplonesas, pamploneses, irundarrak, viva San Fermín, gora San Fermín» ha salido disparado el cohete que ha dado comienzo oficialmente a las festividades, que este año tienen programadas más de 400 actividades.

Manos rojas

La tradicional marea blanca y roja se ha mantenido intacta. Ni una camiseta negra ha hecho acto de presencia en la plaza del Ayuntamiento, siguiendo el rechazo que mostraron los colectivos feministas de la ciudad a la iniciativa de vestir en este día prendas de color negro para protestar contra las agresiones sexuales y sexistas en las fiestas.

Lo que sí se han visto han sido pequeñas manos rojas prendidas de las camisetas blancas, repartidas por el propio Ayuntamiento y que se unen al centenar de manos rojas que se pueden ver por todos los rincones de la ciudad: en los escaparates de los comercios, en carteles por la calle y en las marquesinas de la ciudad. Asimismo, dos camisetas blancas con potentes mensajes se han repetido una y otra vez entre las asistentes a los sanfermines: «No es no» y «Girls support girls (las chicas apoyas a las chicas)».

Los cubos de agua, la música a todo volumen y las ganas de fiesta ya se han hecho las dueñas del centro de Pamplona. Ahora, llegarán las horas y horas de festejos sin descanso que los pamploneses llevan todo el año esperando. Será este sábado a las siete de la mañana cuando den comienzo los emblemáticos encierros por las calles de la ciudad. Y en la medianoche del 14 de julio, será cuando, como cada año, todos los asistentes se vuelvan a reunir en la plaza para despedir estos sanfermines al canto del «Pobre de mí».

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