El Gobierno griego pide perdón por su respuesta a los 586 incendios declarados
El fuego en la isla de Evia lleva siete días fuera de control
A medida que los fuegos en Grecia empiezan a controlarse, aumenta la incertidumbre de las víctimas y la tensión política. El primer ministro, el conservador Kiriakos Mitsotakis, agradeció ayer por la tarde la ayuda y la dedicación de bomberos, ejército, voluntarios y todos los implicados en la lucha contra los incendios. Y ha pedido personalmente perdón a los afectados por los 586 incendios de estos últimos días «por las debilidades del mecanismo estatal», recordando que en pocas horas en 141 zonas hubo que organizar 62 operaciones de evacuación. Asímismo dejó claro que la prioridad fue y sigue siendo la protección de la vida humana y que habrá unas primeras ayudas inmediatas para los afectados, con un solo trámite digital y sin burocracia, así como importantes ayudas del Gobierno griego y de la Unión Europea, especialmente para Ática y Evia. Mitsotakis también anunción un programa de repoblación forestal.
«No sólo plantaremos muchos árboles, sino que serán los correctos para que vuelva la vida y se recupere la economía». El próximo Consejo de Ministros dará a conocer las ayudas y programas concretos.
El infierno en la Isla de Evia
Mientras que los restantes incendios están siendo controlados, el mayor de todo el país sigue en Evia, la segunda isla en tamaño del país, a dos horas de la capital. Se puede llegar a ella en coche gracias a un puente que la une con el resto del continente y es el sitio favorito de los atenienses y turistas, ya que hasta ahora tenía algunas de las playas más bonitas y muchos bosques. Pero aun sigue ardiendo con fuerza la zona norte de la isla desde hace siete días. Lo malo ha sido que la mayoría de sus residentes esperaron hasta el último minuto a ser evacuados: todos querían proteger sus propiedades y sus negocios y ahora con lágrimas en los ojos y mucho cansancio entran en los barcos que les llevan a salvo.
Las protestas y quejas son constantes a pesar de que más de quinientos bomberos incluyendo a refuerzos de Serbia, Rumanía y Hungría, junto con voluntarios, soldados, policía y trabajadores forestales no cesan de apagar fuegos, abrir caminos y crear cortafuegos. «¿Dónde están los aviones?» protestan ante los medios griegos, aunque es sabido que las nubes de humo son tan grandes que los pilotos de los aviones cisterna no tienen visibilidad suficiente durante horas. Los frentes mas importantes están en Asimi, Iamatriades, Galtsoma… Los evacuados eligen entre ir unos días a los hoteles pagados por el Estado en lugares seguros cercanos o a casa de familiares, esperando poder regresar pronto a sus casas sin el peligro de las llamas.
Más fuego en el Peloponeso
En varias partes del Peloponeso las campanas de las iglesias no cesan de tocar, avisando del peligro de nuevos incendios en zonas donde se habían apagado. Se trata de las provincias de Ilía, Gortinía y Arcadia donde los aviones cisterna de España y Croacia ayudan durante el día a luchar contra las llamas que vuelven a surgir de zonas ya quemadas. Quienes conocen bien la zona esperan que debido al descenso de las temperaturas y la falta de viento la noche no traiga nuevos incendios.
A la larga lista de los países que envían ayuda para luchar contra las llamas se añade refuerzo adicional ruso: el Presidente Vladimir Putin ha aceptado una solicitud griega de mas apoyo aéreo (ya está volando un gigantesco avión cisterna Beriev 200) y llegará lo antes posible dos aviones cisterna Ilyushin Il-76 y dos helicópteros Mil Mi-8. Y hablando de aviones, el Comandante de la Fuerza Aérea del Ejército Griego Yorgos Kumentákis ha presentado su dimisión al conocer que iba a ser trasladado a otro servicio. Lo consideró una crítica a su gestión de los últimos días y por ello dimitió.
