Francia construye un pueblo para personas con alzhéimer

Dax (60.000 habitantes), en la región de Nueva Aquitania, al sur de Francia, se propone crear una pionera «villa alzhéimer» para acoger a unos 120 habitantes con esta enfermedad. La propuesta llega cuando el ministerio de sanidad francés ha confirmado que la gran mayoría de las medicinas que tratan esta demencia dejarán de estar pagadas por la seguridad social, afectando a unas 900.000 personas.

El proyecto de construir un «pueblecito alzhéimer» se fraguó en 2013, cuando el exministro socialista Henri Emmanuelli se inspiró en una experiencia durante un curso de superación en Weeps, en Holanda. Ahora la idea viaja a Francia. En un espacio de cinco hectáreas, en la periferia de Dax, se levantarán dieciséis casas individuales, con espacios públicos y privados propios, varias plazas, jardines, salas de juego y recreo. Habrá plazas reservadas para algunos pacientes de menos de 60 años. Los residentes tendrán un seguimiento médico común y vivirán junto a voluntarios y cuidadores. Podrán pasear libremente porque el pueblo está dotado de diversas medidas de seguridad. Esta nueva villa comenzará a funcionar el año que viene.

Se trata de un «experimento social», esperando que pueda ser una alternativa eficaz a los tradicionales establecimientos de acogida de personas dependientes. La ciudad, el departamento y la región, ayudados por el Estado, sin olvidar una parte de financiación privada, permitirán reunir los 28 millones iniciales del proyecto . «Villa alzhéimer» tendrá un presupuesto de funcionamiento de unos 7 millones de euros anuales, ofreciendo servicios completos por unos 60 euros diarios.

Más allá de la dimensión local y regional del proyecto, el primer pueblecito alzhéimer de Francia también será un piloto de posibles proyectos futuros. La asociación Francia Alzheimer (FA), que reúne a varios millares de familias de personas dependientes, estima que la supresión de la cobertura de los medicamentos se trata un «golpe duro» para las economías familiares, esperando algún tipo de «respuesta» por parte del gobierno.

En la villa alzhéimer de Dax, el personal especializado intentará poner en práctica nuevas técnicas de acompañamiento de las personas dependientes, cuyos familiares podrán instalarse temporal u ocasionalmente en la misma residencia, si así lo desean. La región y el departamento copilotarán el proyecto, sometido al control estricto del ministerio de sanidad.

El primer pueblecito alzhéimer de Francia intentará desbrozar el campo de acción de nuevas prácticas intentando suplantar el tratamiento puramente médico, con el fin de preservar, en la medida de lo posible, las capacidades físicas e intelectuales de los residentes, para que disfruten de mayor autonomía y libertad. Si la villa alzhéimer de Dax fuese un éxito, como se espera, hay nuevos proyectos en marcha para seguir haciendo más fácil la vida de los pacientes. Y otros países podrían seguir sus pasos.