Por qué España sufre tanta calima, ¿han cambiado las corrientes atmosféricas?

A lo largo de las últimas semanas, un extraño fenómeno atmosférico ha visitado la península ibérica en dos ocasiones, mucho más intensa la primera que la segunda y que no ha dejado indiferente a nadie, tiñendo de polvo y barro cada centímetro , la calima. El pasado día 15 de marzo, un filtro anaranjado cubrió la práctica totalidad de la península ante la mirada atónita de los ciudadanos. Las imágenes que inundaron las redes sociales parecían más decorados de películas postapocalípticas que escenarios reales.

La calima, fenómeno atmosférico relativamente habitual en las islas Canarias debido a su cercanía al desierto del Sahara , consiste en una acumulación en el aire de polvo en suspensión procedente del desierto del Sahara. De hecho, no es tan infrecuente en la península dicho fenómeno, aunque sí que lo es la intensidad en la que nos asoló a mediados de marzo.

Según los expertos, un 20% de los días del año nos vemos afectados por la calima , pero la gran mayoría de las veces el ojo humano es incapaz de percibirla y no afecta a la respiración. En declaraciones a ABC, el profesor Xavier Querol, uno de los mayores expertos en contaminación del aire en España, apunta que «la llegada de polvo es frecuente, ocurre todos los años», matizando que «lo que no es tan frecuente es que se den con tanta intensidad», refiriéndose a los episodios padecidos en la península a mediados de marzo.

Un segundo episodio de calima ha vuelto a afectar, de modo mucho más moderado, al sur peninsular y a parte del Levante, así como a las Baleares. Estos dos episodios nos llevan a plantearnos si son puntuales o, por el contrario, nos encontramos ante una nueva etapa en la que va a aumentar la presencia del polvo sahariano en suspensión en España.

Mar Gómez, Doctora en Físicas y meteoróloga de eltiempo.es, no tiene dudas, se trata de un hecho más bien puntual. «Es cierto que no es una situación habitual y menos en esta época del año en la Península. Además, fue más intensa porque el polvo en suspensión viajó en niveles de la atmósfera más bajos a los habituales , por debajo de los 4 m, lo que contribuyó a su mayor intensidad».

Respecto al motivo de este incremento, Gómez lo relaciona con que «en los últimos 100 años sí que hemos visto que la superficie origen del polvo , el desierto del Sahara ha aumentado su extensión un 10% suponiendo un mayor foco de partículas de polvo».