El ejército de EE.UU. costeará las operaciones de cambio de sexo de los soldados

Que sean «médicamente necesarias» y diagnosticadas 18 meses antes, condiciones del Pentágono

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Las operaciones de cambio de sexo en el ejército estadounidense corren a cuenta ya del departamento de Defensa, siempre que la intervención sea considerada «médicamente necesaria». La decisión adoptada por el responsable del Pentágono, Ash Carter, constituye un paso más para la normalización e integración que la Administración Obama ha buscado estos años para los transexuales, también dentro del ejército. Las operaciones forman parte de los servicios médicos que desde el pasado sábado atienden las necesidades de este colectivo, que incluirán también el cuidado de la salud en el comportamiento y la terapia hormonal.

De acuerdo con la normativa aprobada por el Pentágono, los miembros del servicio médico deberán haber diagnosticado una preferencia de género definitiva dieciocho meses antes de que los afectados puedan recibir el tratamiento.

El portavoz del Pentágono, el mayor de la fuerza aérea Ben Sakrisson, precisó que «sólo cuando ese diagnóstico incluya que es necesaria para el paciente la operación de cambio de sexo, se podrá hacer efectiva por parte de los servicios médicos del ejército».

Este último punto es esencial, ya que el departamento de Defensa pretende evitar que esta posibilidad abra la puerta a intervenciones «cosméticas», que, como ha insistido el Pentágono «no serán financiadas».

El paso previo se produjo cuando el pasado 30 de junio, el secretario de Defensa suprimió la prohibición de que los hombres y mujeres transexuales pudieran servir en el ejército de Estados Unidos, aunque inicialmente había dado un periodo de un año para que los miembros del servicio médico establecieran los cambios que serían necesarios antes de poder atender a los miembros de este colectivo. Incluidas reformas en las como las duchas, los vestuarios y otras zonas de las instalaciones militares.

Los transexuales que hayan recibido el adecuado tratamiento, con «un diagnóstico que admita la necesidad» de la intervención quirúrgica para el cambio de sexo, podrán ser operados en hospitales militares o privados, en este último caso a través del seguro médico correspondiente.

El departamento de Defensa calcula que el ejército estadounidense está integrado por un mínimo de 4.000 transexuales y un máximo de 12.000. Algunos organismos, como el centro de investigación Palm Center, localizado en San Francisco, eleva el número a 15.000.

El Pentágono calcula que el total de los tratamientos a este colectivo supondrá para el erario público un desembolso anual de entre 2,4 y 8,4 millones de dólares.

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