José María Villalta tiene 15 años y es uno de los afortunados que se reunirán con el Papa el próximo miércoles
José María Villalta tiene 15 años y es uno de los afortunados que se reunirán con el Papa el próximo miércoles - ISABEL PERMUY

«Le diré al Papa que desde nosotros, los jóvenes, empieza el cambio»

José María Villalta y Laura Manrique son dos de los seis afortunados estudiantes españoles que se reunirán con el Santo Padre en el Vaticano el próximo miércoles para transmitirle qué cambiarían del sistema educativo español y qué creen que es necesario hacer por los jóvenes.

El viaje es iniciativa de Scholas Ocurrentes, la organización sin fines de lucro impulasada por Francisco cuyo objetivo es «rehacer de forma pacífica el pacto educativo» y plantear la educación de «abajo hacia arriba»

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

José María Villalta González estudia en el colegio Julio Verne de Leganés. Tiene 15 años y unos inmensos ojos azules. Acude a la entrevista perfectamente arreglado, con camisa de cuadros, pantalón de vestir y una cazadora. «Ayer llevaba el chándal de gimnasia, menos mal que viniste hoy», bromea. Se expresa con tanta soltura y seguridad que pone en duda, o más bien, desbarata todas las teorías, etiquetas y titulares que dicen que las nuevas generaciones están perdidas, no tienen visión ni horizonte, son «ninis» o, en resumen, no les importa nada. José conocerá el miércoles al Papa Francisco para decirle qué cambiaría del sistema educativo español y qué cree que es necesario hacer por los jóvenes.

José María es uno de los seis afortunados estudiantes españoles que se reunirán con el Santo Padre en el Vaticano.

Han sido elegidos entre un total de 300 jóvenes a través de un sorteo que se transmitió en directo por Twitter y Periscope. El viaje surgió a través de Scholas Ocurrentes, la organización sin fines de lucro impulasada por el Santo Padre cuyo objetivo es «rehacer de forma pacífica el pacto educativo» y plantear la educación de «abajo hacia arriba» para que sean los estudiantes los que tomen el protagonismo y establezcan, en conjunto y siguiendo una metodología, qué es necesario cambiar y cómo y, a su vez, puedan ser escuchados respecto a sus necesidades fuera y dentro de las aulas. «Cuando se hizo el sorteo estaba entrenando. De golpe, empecé a recibir un montón de mensajes de Whatsapp en los que me decían: "Pepe, te vas a Italia". Yo no me lo creía, pero eran tantos mensajes que dije: "Va a ser verdad" ¡Me emocioné y llamé de inmediato a mi madre! Cuando le dije que además vendría conmigo se puso a llorar», cuenta entusiasmado José María. «Le diré a Francisco que sigan con este proyecto para ayudar a todos los jóvenes del mundo y que desde nosotros empieza al cambio», dice con seguridad.

Los seis españoles viajan para hacerle llegar al Papa propuestas para dos problemáticas concretas: deficiencias en el sistema educativo (falta de independencia del gobierno, desigualdad en el acceso a estudios universitarios, exceso de deberes...) ypresión de grupo («bullying», discriminación, diferencias de género, falta de autoestima...).

Estas dos problemáticas fueron seleccionadas por 300 jóvenes de diferentes escuelas, tanto públicas como privadas, laicas y de todas las confesiones religiosas de la Comunidad de Madrid. Scholas aterrizó en Europa a través de España y se plantó en Madrid para juntar a chicos que no se conocían de nada para que cuenten qué les pasa y qué les preocupa.

El primer encuentro tuvo lugar en el colegio La Salle Sagrado Corazón de Madrid a principios de enero. «Al principio no sabía de qué iba el proyecto y me preocupaba con quién me tocaría trabajar, pero nos hicimos uno desde el primer día. Este proyecto está muy bien porque nos hace sentir escuchados», cuenta José.

Laura Manrique visitará al Papa el próximo miércoles
Laura Manrique visitará al Papa el próximo miércoles - ISABEL PERMUY

Las dos problemáticas fueron tratadas entre los chicos, la segunda semana del lanzamiento de Scholas, que se divieron en dos comisiones, una para cada problemática, y plantearon hipótesis. «Yo elegí trabajar en la comisión dedicada a tratar la presión de grupo porque me preocupa mucho el "bullying". Lo viví a través de otros compañeros y me interesaba saber cómo tratarlo. A una compañera mía la apartaban. Me sentí muy triste porque era amiga e intenté ayudarla. En nuestro grupo, además, había un joven que nos contó que se intentó suicidar varias veces. Nos emocionamos mucho. Y cuando nos reunimos con expertos nos dijeron que el "bullying" se da en quinto de primaria, es decir, chicos de 11 años... ¿Qué está pasando? Hace semanas se suicidó un niño aquí en Leganés», narra José lleno de preguntas y reflexión.

«Me impacta ver al Papa»

En los días sucesivos a la creación de las dos comisiones sobre deficiencias en la educación y presión social, los chicos se pusieron manos a la obra. Empezó el trabajo de campo, tuvieron entrevistas con especialistas (psicólogos, autoridades, expertos en educación, etc), y se hizo una puesta en común para llegar entre todos a un diagnóstico y a la formulación de propuestas que se presentaron el pasado viernes 22 a las autoridades de Madrid. El próximo miércoles, lo harán con el Papa.

Laura Manrique estudia en el instituto Pradolongo, en Usera. También viajará al Vaticano. «Esto fue un poco impactante, estaba en un ensayo de banda -Laura toca el clarinete- y mientras lo emitián, yo no me enteré de que me tocaba viajar. Me llamó una amiga y no me lo creía», cuenta con una inmensa sonrisa. «Mis padres me dijeron que tengo mucha suerte y que eché la lotería con ellos, que es una experiencia única que no se va a repetir».

En su voz, como en la de todos los chicos que forman parte del proyecto, se intuye convicción. En solo dos semanas han hecho suya la propuesta del Papa. «Me impacta ver al Papa, pero sí que es verdad que me concentro mucho en contar las propuestas lo mejor que pueda, porque al fin y al cabo, somos seis personas que vamos a representar a todos, es un papel importante», zanja con seguridad y usando un lenguaje casi «adulto», como si eligiera cada palabra antes de pronunciarla.

Ni Laura ni José María creen en Dios. Es lo de menos. «Ha hecho muchas cosas buenas este Papa y esto de Scholas es maravilloso», zanja Laura.

Ver los comentarios