El orgasmo femenino, en origen, tenía como misión inducir la ovulación
El orgasmo femenino, en origen, tenía como misión inducir la ovulación - ABC

Desvelan el origen del orgasmo femenino

Tenía una función ancestral de inducción de la ovulación

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La función del orgasmo femenino, que no juega ningún papel evidente en la reproducción humana, ha tenido intrigados a los estudiosos desde Aristóteles. Numerosas teorías han tratado de explicar los orígenes de esta característica, pero la mayoría se han centrado en su papel en la biología humana y los primates.

Ahora, una investigación, que se publica en la edición de este lunes de «JEZ-Molecular and Develpmental Evolution», ha proporcionado nuevas ideas sobre el tema mediante el examen de la evolución de este rasgo a través de diferentes especies. El estudio, realizado en mamíferos por expertos de la Universidad de Yale y el Hospital Infantil de Cincinnati, en Estados Unidos, ha concluido que el orgasmo femenino parece ser una feliz ocurrencia tardía de nuestro pasado evolutivo, en el que esta cualidad ayudaba a estimular la ovulación.

«Estudios anteriores han tendido a concentrarse en la evidencia de la biología humana y la modificación de un rasgo en lugar de su origen evolutivo», explica Gunter Wagner, profesor de Ecología y Biología Evolutiva, y miembro del Instituto de Biología de Sistemas de la Universidad de Yale.

Wagner y Mihaela Pavlicev, del Centro para la Prevención de Nacimientos Prematuros en el Hospital de Niños de Cincinnati, proponen que esta cualidad que evolucionó en el orgasmo femenino humano tenía una función ancestral de inducción de la ovulación.

Puesto que no hay relación aparente entre el orgasmo y el número de crías o la reproducción exitosa en los seres humanos, los científicos se centraron en un rasgo fisiológico específico que acompaña al orgasmo femenino humano -la descarga neuroendocrina de la prolactina y la oxitocina- y buscaron esta actividad en otros mamíferos placentarios. Así, encontraron que en muchos mamíferos este reflejo juega un papel en la ovulación.

El ciclo ovárico de las mujeres en los seres humanos, por ejemplo, no es dependiente de la actividad sexual, pero en otras especies de mamíferos, la ovulación es inducida por los machos.

Los análisis de los científicos muestran que la ovulación inducida por los machos evolucionó primero y la ovulación espontánea o cíclica es un rasgo derivado que se desarrolló más tarde.

Cambio en la ubicación del clítoris

Un estudio comparativo de los genitales femeninos también reveló que, coincidiendo con el desarrollo de la ovulación espontánea, el clítoris se reubicó desde su posición ancestral dentro del canal copulador. Este cambio anatómico hace que sea menos probable que el clítoris reciba la estimulación adecuada durante la relación sexual para provocar el reflejo neuroendocrino conocido en los humanos como el orgasmo.

«Rasgos homólogos de diferentes especies son a menudo difíciles de identificar, ya que pueden cambiar sustancialmente en el curso de la evolución», subraya Pavlicev. «Creemos que la explosión hormonal caracteriza un rasgo que conocemos como el orgasmo femenino en los seres humanos. Esta visión nos ha permitido seguir la evolución de este rasgo en todas las especies», añade.

Este tipo de cambios evolutivos son conocidos por producir nuevas funciones, como se establecieron para las plumas, el pelo o las vejigas natatorias, entre otros, que se originaron para un propósito y fueron cooptados para funciones secundarias más tarde.

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