Las colectas de las parroquias cayeron un tercio el último año por la pandemia

La ausencia de la misa dominical durante el confinamiento y la restricción de los aforos ha supuesto un duro varapalo para la economía de muchas iglesias que utilizan sus colectas para financiar gran parte de su labor caritativa. Durante el año pasado, las colectas cayeron de media un tercio pese a que aumentaron las necesidades de las familias como consecuencia de la crisis social y económica provocada por la pandemia.

Así lo ha explicado este miércoles el obispo de Bilbao y responsable de Sostenibilidad en la Conferencia Episcopal Española (CEE), Joseba Segura, y el nuevo director del secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia, José María Albalad. Durante un encuentro con los periodistas, Abalad precisó que el motivo es que los templos han estado «cerrados un 25 por ciento de los días en 2020 , mientras que el resto del tiempo se han visto afectados por los aforos», por lo que ha disminuido la limosna que se recoge en las misas, que es «un elemento importante» para el sostenimiento de la Iglesia.

El gerente de la Conferencia Episcopal, Fernando Giménez Barriocanal, estimó en mayo del año pasado tras finalizar el confinamiento domiciliario que las parroquias habían dejado de ingresar cerca de 38,4 millones de euros procedentes de las colectas ordinarias, durante los dos meses que duraron las restricciones más severas. El obispo de Bilbao además añadió que no solo las colectas se han visto afectadas sino también los ingresos de las diócesis, que «han sufrido un descenso».

Albalad explicó este miércoles que ante la imposibilidad de acudir a misa, muchos católicos han recurrido a los donativos online. El portal de la Conferencia Episcopal www.yodonoamiiglesia.es consiguió una cifra récord de 5,5 millones de euros en 2020. En lo que va de 2021 y con el regreso de las celebraciones dominicales presenciales el portal lleva recaudados cuatro millones, «una cifra superior al año previo al confinamiento», indicó. El perfil del donate es una persona de entre 50 y 59 años con una donación puntual media de 50 euros.

El secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia de la CEE trabaja ahora para fomentar la corresponsabilidad de los fieles en la financiación de su labor social, celebrativa y caritativa. «El sostenimiento de la Iglesia tiene que ver con la experiencia religiosa. Yo no puedo captar a un joven para que colabore con la Iglesia si primero no soy capaz de introducirle en el valor de lo que supone la dimensión religiosa y espiritual. El tema del compromiso social está vinculado y es una consecuencia de la experiencia de fe y de comunidad que vive la persona», explicó el obispo de Bilbao.

Albalad precisó además que lo económico no es la única pata del sostenimiento de la Iglesia. También lo son «la oración, el voluntariado y las cualidades personales que aportan las personas con su labor». Gracias a todos esos apoyos, «la Iglesia puede seguir cumpliendo con toda esa labor social que viene realizando desde el inicio del cristianismo», apuntó Segura.